CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El día que de niño vistió sus primeros arreos de beisbolista, cuando jugaba para los Astros, Gerardo Reyes soñó con un día poder hacer lo que más le gusta a otro nivel, pero su sueño no quedó simplemente en eso sino que se esforzó y trabajó por conseguirlo.
Ese sueño lo llevó de Santa Engracia a San Diego.
“Sólo trabajando los sueños se cumplen, todo se puede en esta vida si no nos rendimos”, dice el oriundo de la región naranjera sin borrar la sonrisa de su rostro.
Hoy “El Pollo” sabe que para llegar a las Grandes Ligas el camino aún es largo, pero en base a trabajo y esfuerzo está más cerca de llegar.
El fin de semana Reyes estuvo en Ciudad Victoria disfrutando de un receso que le ofrece su equipo los Storm del Lago Elsinore, filial de los Padres en la Clase A, a dos escalones de la Gran Carpa donde actualmente prepara su brazo para llegar a la meta soñada.
El fin de semana participó en la cuarta edición del Torneo Navideño que organiza la Liga Santa María de Aguayo bajo la presidencia de Guadalupe Heredia, donde Gerardo jugó de niño; impartió una charla donde le platicó a los peloteritos sobre la vida del beisbolista y la responsabilidad, así como las grandes ventajas que tiene seguir jugando el rey de los deportes a estos niveles.
En charla con Oé!, el ex jugador de los Rays de Tampa Bay y de los Yaquis de Obregón, platicó sobre sus planes a futuro, su presente y también recordó su pasado como beisbolista en Victoria.
De entrada, al ver repleto el Parque Enrique Cárdenas González en la inauguración del evento, sostuvo que “Me da mucho gusto que el béisbol avance y se siga apoyando, así con mucha calidad como siempre ha existido y que continúen las generaciones de beisbolistas”.
Al verse rodeado de niños y fanáticos que le solicitaron el autógrafo y la foto del recuerdo, confesó que “se siente bonito que le pidan autógrafos” pero con honestidad dijo, “para ser sincero a mi en realidad aún me falta camino, me falta seguir adelante para ser ejemplo para ellos, aun falta para ser alguien que ellos puedan mirar y puedan seguir el ejemplo, aun falta pero si Dios quiere, algún día”.
Gerardo se encuentra actualmente con los Storm de la ciudad de Lake Elsinore, filial de la Clase A de los Padres, que juega en el condado de Riverside muy cerca de Los Ángeles, donde la novena de San Diego le sigue de cerca la huella.
En ese sitio sabe que las cosas no se darán fácilmente por lo que está consciente del trabajo y de los resultados que como consecuencia obtendrá “Competencia hay en todos lados, si no hay competencia uno no trabaja fuerte no podemos llegar a donde queremos”.
Por eso mismo el de Santa Engracia tiene sus objetivos bien claros y precisa, “Los objetivos son grandes, si Dios quiere en unos dos años me dan la oportunidad de jugar allá arriba, si todo va bien llegar a lo más alto”.
Al momento se encuentra en receso después de la finalización de la temporada, pero no afloja en su preparación para su regreso; “ahorita tengo alrededor de dos meses de receso, aún entrenando y de gimnasio pero prácticamente son vacaciones, yo regreso en la Primavera a los trabajos en Arizona”, sostiene.
Sobre su formación, sabe que el haber nacido deportivamente hablando en esta zona le dio para exigirse y formarse al nivel que se encuentra; “hay muchos compañeros que siguen trabajando igual que uno, gracias a Dios hay mucho talento en esta ciudad, yo soy de Santa Engracia y siempre he visto calidad en toda esta región porque desde chiquito jugué aquí”.
En la memoria está fresco el recuerdo de sus inicios “En Santa Engracia jugué sólo una temporada con un equipo de mi papá, de chiquito yo empecé a cachar, a batear pero yo aquí vine mi primer año con el doctor Ventura con los Astros de aquellos años, ahí fue donde verdaderamente empecé el béisbol”.
Recuerda los agarrones entre su equipo, ante el otro cuadro estelar de la época, donde cuenta “Astros y Promobeis de aquel entonces eran los dos equipos más aguerridos, ese es el recuerdo que más guardo de niño porque las dos aficiones eran grandes”.
Por último, aunque reconoce que trabajar para poder ser un verdadero ejemplo, aconseja a las nuevas generaciones que sigan “Trabajando porque los sueños se cumplen, todo se puede en esta vida si no nos rendimos, siempre hay la oportunidad aunque sea pequeña siempre tenemos la oportunidad y trabajando duro lo podemos lograr” finalizó.