Tras unas semanas de espera, finalmente la comisión permanente del CEN del PAN formalizó la designación del senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca como candidato a gobernador de Tamaulipas y, como se esperaba, la principal bandera de lucha enarbolada por el panista para tratar de sacar al PRI del gobierno del Estado será el restablecimiento de la seguridad
Desde la óptica del precandidato de Acción Nacional al puesto del priísta Egidio Torre Cantú el grave problema de la inseguridad que sufre el Estado es causado por los malos gobernantes que en el afán de mantenerse en el cargo han entregado uno de los bienes más valiosos, después de la vida, la libertad.
Un poco de lado, el ex alcalde de Reynosa ha incluido igualmente en el discurso el tema del endeudamiento que heredará el régimen en turno al entrante.
El legislador fronterizo plantea, por ese motivo, la necesidad de la alternancia en el gobierno, que es la única manera, argumenta, de que la sociedad tamaulipeca compare y compruebe
que la mejor la forma
de superar la problemática que asfixia a la entidad es la del partido de la derecha.
El presidente del CEN, Ricardo Anaya Cortés, vaticinó, por su parte, que el resultado de la elección del próximo gobernador será definido por la esperanza de que las cosas cambiarán, representada por el candidato panista, y el miedo que, afirma, siembra el Revolucionario Institucional para impedir que la oposición ponga fin a 86 años de hegemonía política tricolor.
De ahí la urgencia y el apremio del ejecutivo estatal de evitar que el problema de la inseguridad vuelva a lo niveles de los inicios del actual sexenio y la reunión que los diputados locales, encabezados por Ramiro Ramos Salinas, sostendrán este miércoles con el Secretario de Seguridad, Jesús Martínez y Martínez, para hacerle ver a los ciudadanos la preocupación
que tienen las autoridades de remediar la situación.
¿Qué harán los estrategas del PRI y los del partido blanquiazul para convencer a los electores de que, en tanto que para los primeros la estrategia de los gobernantes priístas destinada a mejorar las condiciones de vida es la que ellos han puesto en práctica en los años que tienen al frente del gobierno, o la que los segundos piden a los ciudadanos que les permitan echar a andar al término de la actual administración?
O como decían los abuelos, ¿qué es mejor, lo viejo por conocido o lo nuevo por conocer? La respuesta dependerá de que los problemas que ahora padecemos, empezando por el del recrudecimiento de la violencia, disminuyan o se agraven antes de la fecha de las votaciones.
Definida formalmente la candidatura de Cabeza de Vaca, el escenario ha quedado listo para que la comisión permanente del comité directivo estatal haga lo mismo con los aspirantes a alcaldes y diputaciones. Se había dicho que el lunes el organismo as resolvería pero a última hora, por causas que se desconocen, la sesión en la que se definirían las postulaciones se suspendió hasta nuevo aviso.
En tanto a Germán Pacheco Díaz, Andrés Zorrilla Moreno y Alma Laura Amparán no les queda de otra que esperar a que los que toman las decisiones les llamen para informarles el día en el que se les otorgará el visto bueno para que en su momento acudan ante el IETAM a solicitar el registro oficial.
Y a acelerar las negociaciones sobre la conformación de las planillas de candidatos a síndicos y regidores de los futuros ayuntamientos.
Hablando de otras cosas, el PRI de Ciudad Madero designó a Gabriel Guerra Turrubiates, que fuera Secretario del alcalde Guadalupe González Galván, nuevo Secretario de Operación Política de la dirigencia municipal, sin embargo, no sería extraño que en la práctica el joven fuese sólo una figura decorativa.
En el ámbito nacional, por otra parte, el discurso utilizado por el candidato panista a la presidencia, Felipe Calderón Hinojosa, en la carrera sucesoria del 2006, de que Andrés Manuel López Obrador era “un peligro para México”, que tan buenos resultado les dio en términos electorales, ha vuelto a reeditarse, ahora por el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, quien considera al político tabasqueño un riesgo para el éxito de la reforma educativa.