Albert Einstein afirmó: “No dejes nunca de soñar. Empezamos a ser viejos cuando dejamos de soñar, ¿Qué sería del mundo sin los soñadores?”
Para este viejo Filósofo, los sueños te enseñan que vale la pena luchar para encontrar el sentido de tu vida; soñar tiene la magia de vivir con intensidad lo que pronto llegará a ti, los sueños se cumplen cuando crees en ti, cuando haces tu trabajo con pasión, con tal intensidad que le das luz a tu vida.
Soñar, es “ser héroes de nosotros mismos”; es concentrar tu vida en un instante, porque eso es la vida, un rico entreveramiento de instantes y sueños; los sueños y los instantes, son parte de un mismo camino a tu realización personal.
Cuando te das permiso de soñar, cuando piensas en grande, cuando haces tuyos los sueños, develas un manto mágico, tras el que se esconde una inagotable fuente de poder, de donde emana tantos dones y bienes, que te maravillan con el inacabable tesoro que hay en tu alma, entonces el universo –que cuando crees en ti mismo conspira a tu favor– te sorprende al hacerlos realidad.
No hay hombre ni mujer que haya llegado a la cima del éxito, que no haya transitado por el camino de los sueños, los tropiezos, el esfuerzo personal y la realización, para ver que se hacen realidad.
Soñar, es descubrir el poder del amor, la fuerza de ser; es creer en ti mismo; es disfrutar la rica tersura de la vida; es no claudicar en lo que deseas; es pasar con determinación, coraje y trabajo duro, de lo imposible, a lo posible, y llegar a lo realizable; es mantener un rico enamoramiento con la vida.
No envejeces con los años, sino cuando no crees en el poder de los sueños. “Soñar, es tener a la mano respuestas a las interrogantes de la vida, eres joven eterno cuando te atreves a vivir el poder de tus sueños, cuando vas en pos de ellos; los sueños son una premonición de lo que atraes a ti con el poder de la atracción”.
Sabiendo que llegaste a vivir a plenitud cada instante de tu vida, DIOS te provee del poder de soñar, de la fuerza de la perseverancia, la disciplina, la constancia para enfrentar el miedo a fracasar; luchar para ir tras tus sueños y hacer realidad tus aspiraciones.
HOY abre los ojos de tu alma, despierta tus sentidos, para que escuches, para que sientas el valor, la fuerza, el poder tus sueños, ahí está la llave del cofre del tesoro de tu vida, sólo te advierto “ten cuidado con lo que sueñas, porque bueno o malo se te va a hacer realidad”.
La vida diariamente tiene regalos para ti, la mayoría no vienen envueltos, pero son regalos, para este Filósofo, uno de ellos, es haber conocido a un joven soñador, Guillermo Sánchez Guzmán “Memus” un joven “cachanilla” sencillo, amable, brillante, enamorado de la rica tersura de la vida.
Desde muy joven se atrevió a aterrizar sus sueños, se convirtió en amigo de grandes genios de la música, entre ellos destacó a Juan Gabriel y “Chavela” Vargas. Los más recientes años de su vida los pasó a su lado, enriqueciendo sus haberes y saberes.
Cuenta que “Chavela” Vargas era un talento natural que hacía vibrar corazones con su música, siempre había cautivado a sus seguidores en cantinas, centros nocturnos, bares, centros de variedad; a sus 72 años, soñó en dar un giro a sus actuaciones, entonces por primera vez se presentó en la Sala Caracol de Madrid, los grandes escenarios del mundo se abrieron a esta soñadora, en donde triunfó a grado tal de convertirse en la principal expositora de la música mexicana en el extranjero.
El paso de los años y alcoholismo deterioraron su salud, en una reunión con un grupo de amigos a sus 93 años les dijo:
— Tengo dos sueños: 1.- Cantar en Bellas Artes, y 2.- Despedirme cantando en España.
Al unísono sus amigos le dijeron: — ¡Estás vieja!, ¡Estas enferma!, ¡No tienes fuerzas, estás cansada!
Ella simplemente respondió: — ¡Tengo dos sueños!
En abril de 2012, a sus 93 años se cumplió su primer sueño, la homenajearon en Bellas Artes, ahí cuando cantaba “La Llorona”, a media canción improvisó:
“Y aquí termina una historia,
que comenzó de la nada,
dame la mano llorona
que vengo muy lastimada;
Señora, dame la mano
que vengo mucho muy cansada”
[…Su alma se preparaba para el encuentro final]
El 6 de julio de 2012 se cumplió su segundo sueño, cantó en la Casa Estudiantes, en Madrid, la acompañaron en el escenario Miguel Poveda y Martirio, al poco tiempo, se encontraría con la muerte.
Resulta que llega un periodista con el Filósofo y le pregunta: — Siempre te veo de buenas, ¿a qué se debe?, ¿qué tomas?
— Dos cosas –respondió el Filósofo: 1.- Se debe a que tengo sueños, y 2.- que ¡TOMO DECISIONES!