PARÍS, Francia.- El Gobierno optó por ceder ante las protestas y anunció un aumento salarial del 1.2 por ciento para los funcionarios, cuyas remuneraciones estaban congeladas desde hace seis años.
Pese al aumento salarial, las movilizaciones continuaron y decenas de miles de jóvenes salieron de nuevo a las calles para expresar su rechazo a la reforma.
Por otro lado, la subida salarial tiene un claro sesgo electoral.
El aumento, decidido a 14 meses de las elecciones presidenciales, se aplicará en dos fases: el 0.6 por ciento en julio y el resto en febrero, a sólo un trimestre de la cita electoral.
El regalo beneficiará a 5.6 millones de empleados públicos, que se quejan de haber perdido entre un 7 por ciento y un 8 por ciento de poder adquisitivo desde que en 2010 vieron congelados sus ingresos.
El detalle con los funcionarios costará más de 4 mil millones de euros anuales al Estado en su conjunto, cuyo gasto público supera el 56 por ciento del PIB, uno de los más elevados de los países desarrollados.
El gasto extraordinario impedirá aún más que París cumpla con sus compromisos con Bruselas para reducir el déficit.
Los sueldos de los funcionarios representan el 40 por ciento del gasto público total.
Las protestas, pese a todo, siguen su curso. Esta mañana las puertas de unos 120 liceos estaban bloqueadas con papeleras y mobiliario urbano para forzar la interrupción de las clases como protesta estudiantil contra la reforma laboral.
«Han participado en manifestaciones callejeras más de 150 mil jóvenes», aseguró el líder de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia, William Martinet.
Sólo en París, entre 8 mil y 9 mil jóvenes recorrieron varias calles céntricas tras reunirse en la emblemática plaza de la República.
Otros 3 mil lo hicieron en Lyon y más de 2 mil en Toulouse, Burdeos, Tours o Rennes.
«En la primera movilización juvenil contra ese proyecto de ley a la que se sumaron los sindicatos, celebrada el pasado día 9, participaron entre 224 mil y 500 mil», según datos de la Policía.
Aunque con menor participación esta vez, la nueva movilización es incluso más significativa, porque se produjo tres días después de que el Gobierno hiciera importantes concesiones a los sindicatos al edulcorar la citada reforma.
Visto el número de jóvenes en las calles, no tengo la impresión de que el Primer Ministro, Manuel Valls, haya convencido a muchos?, dijo Martinet en un mensaje de Twitter.
Martinet aseguró que su organización ya prepara nuevas protestas y, sobre todo, organiza una gran movilización estudiantil para el día 31, la jornada elegida por los principales sindicatos franceses para rechazar la reforma laboral.




