En la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios pretenden aparentar que todo va bien, que no hace falta nada, ni nadie, que la situación avanza y marcha normalmente.
Pretende presentarse como una dependencia que avanza, pero la realidad es otra, esta es una de las oficinas que siempre quedó a deberle al Secretario de Salud, NORBERTO TREVIÑO GARCÍA MANZO.
Desde el inicio del sexenio fue confiada en las manos de ALFREDO LÓPEZ LEAL, un doctor que nunca supo el tamaño de la responsabilidad que tenía bajo su sombra, por el contrario, solamente se dedicó a buscar la manera de beneficiarse.
Esto provocó desencuentros con otros colaboradores de la misma dependencia, además de que llegaron quejas ante la oficina de la Contraloría.
La nulidad de su trabajo trajo consigo su reacomodo, no lo despidieron, simplemente lo enviaron a trabajar en otra área. En esta administración nunca supieron darle un tratamiento a lo que no les servía, siempre fueron algo ecologistas, pues reciclaron productos, aunque ya fueran de desecho.
En la Coepris el único que hizo un trabajo serio y responsable fue RAÚL TERRAZAS BARRAZA, pero nunca lo dejaron crecer, pues siempre fue considerado solamente como encargado de despacho.
Finalmente su relevo fue PEPITO FLORES, quien dejó la dependencia, que ahora atraviesa por una nueva crisis por el abandono que sufre por la ambición de su titular.
PEPE FLORES fue uno de los pocos privilegiados que recibió el permiso para dejar su trabajo y le dieron la oportunidad, primero de buscar ser candidato a diputado local por uno de los distritos de ciudad Victoria.
Sin embargo, quedó fuera de la jugada y ahora está a la espera de que le otorguen una posición dentro de las plurinominales.
Esa ambición provoca problemas en la Coepris, pues ante la falta de un titular, no existe nadie que firme las licencias sanitarias para la adquisición de medicamentos controlados y otros productos que necesitan de su atención.
Las crisis están por estallar en algunas clínicas del IMSS y del ISSSTE, donde empiezan a escasear algunos medicinas y anestesias.
En la misma Coepris federal también exigen que se meta orden en Tamaulipas, pues hay asuntos administrativos y económicos que exigen la firma de un titular o de perdido un encargado de despacho.
En la Coepris hay tanta desesperación por el cúmulo de expedientes que piden el regreso de PEPE FLORES, el muchacho que sueña con ser diputado local.
Entre las huestes del PRI hay dos noticias, una buena y una mala, la primera es que el nuevo delegado del PRI, es DAVID ARAUJO, un priísta con mucho trabajo y que había sido desterrado en Chiapas.
La mala noticia es que no hay marcha atrás en el nombramiento de LUCÍA AIMÉ CASTILLO PASTOR, como nueva lideresa del PRI municipal y como les decimos en las mujeres del tricolor hay sometimiento y disciplina mal atendida, pues todas se quejan de la llegada de la simpatizante panista, pero nadie se opone abiertamente.
Todas y todos los quejosos se quedan solamente con las maldiciones en sus mejillas. Nadie hará nada y muchos de ellos terminarán dando aplausos de fin de semana.
Por cierto, otra dependencia acéfala es el Instituto Tamaulipeco de la Juventud, tras la renuncia de DANIEL SANTOS para salvar la campaña del abanderado del PRI, BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, junto con DAVID VALLEJO.
El tamaño de su eficacia debe medirse con la fuerza y penetración que alcanzaron en sus respectivas dependencias.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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