Dos cosas pueden pegar en el ánimo de la campaña del candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas Baltazar Hinojosa: la desbandada y las encuestas. Ambos temas tendrían que estar en la punta de las prioridades del que se supone es el cuarto de guerra tricolor.
Así es mis queridos boes, en el primer asunto bien le haría a los generales tricolores y sobre todo al candidato evitar minimizar la desbandada cada que un militante deja sus filas, del tamaño que sea, del peso que sea, por la causa que sea.
Y es que de uno en uno puede irse formando una bola de nieve que atropelle a todo su proyecto, más aún cuando propios y extraños hablan de una elección que no es sencilla.
Cuando en Altamira Juvenal Hernández y su familia se fueron al PAN hubo una actitud de mofa, que porque el que ex y su señora y Ciro Hernández y compañía no traían nada.
Pasó igual cuando Mario Leal abandona al mismo partido, causó risas burlonas que porque ‘estaba loquito’, mismo caso con Fernando Campos en Victoria ‘está chiflado, no representa nada’ advertían. En Matamoros la historia fue igual con Jesús Roberto Guerra
Ayer tocó el turno a Adolfo Sierra, ex dirigente del Sindicato de Trabajadores del Sector Salud el que abandona la causa tricolor junto con otros miembros de su gremio.
Salvo el caso de Jesús Roberto Guerra, los otros se sumaron a la campaña del PAN a la gubernatura que encabeza Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Insisto uno a uno se van haciendo muchos o se pueden hacer muchos y en esta campaña cada voto cuenta, cada voto pesa, cada ausencia por lo tanto debe ser analizada.
Pero lo más importante para las filas tricolores sería evitar que los escurrimientos se dieran, porque da la impresión de que los generales de tres colores miopes de soberbia y ocupados de cuidar un hueso que aún no se gana están descuidando hasta a los de casa y por eso las mudanzas.
Alguien tendría que darle cuentas a Baltazar Hinojosa sobre el tema, porque insisto puede crecer ante la desatención.
El otro asunto es el de las encuestas, la que difundió ayer el Gabinete de Comunicación Estratégica en su portal y que fue replicada por medios electrónicos nacionales indica que el candidato del PRI está a menos de cuatro puntos del abanderado del PAN.
Baltazar Hinojosa con 30.8 por ciento de la intención del voto por 27 por ciento de Cabeza de Vaca; en términos prácticos sería un empate técnico.
Claro que si se le busca un mejor lado a favor de las huestes tricolores a la medición que se hizo la semana pasada, podría destacarse que cuando se les preguntó a los encuestados que independientemente de por quien fueran a votar, quién creían que iba a ser el próximo gobernador el 42.8 por ciento respondió que Baltazar Hinojosa y el 23 que Cabeza de Vaca.
Lo que sí llama la atención es que contra lo que se pensaba, si la encuesta es certera claro, es que Gustavo Cárdenas del Movimiento Ciudadano no es el tercero en discordia; es más, la encuesta lo manda hasta la quinta posición con sólo el 3.9 por ciento de intención del voto, detrás de el Independiente Francisco Chavira que sacaría 9 por ciento y Héctor González ‘El Huasón’ de Morena con 7 por ciento.
Por partido la intención estaría también en empate ente PRI y PAN, 25.2 para el primero por 22 para el segundo.
Habría que decir que el Gabinete de Comunicación Estratégica, mismo que la semana pasada envió a un abogado a Victoria para denunciar al menos públicamente que el PAN había falseado una encuesta con sus logos, no es famoso por atinarle a las mediciones.
Han hecho el oso no en una sino en varias elecciones, el más sonado fue el de la elección del 2012, pero de cualquier forma habrá que tenerlos en la mira.
También es prudente recordar que en febrero otra encuestadora: Mendoza Blanco y Asociados daba 15 puntos de ventaja a Baltazar Hinojosa sobre Cabeza de Vaca.
Con ambas mediciones, habría que preguntarse varias cosas: o alguna miente o en un mes las preferencias se movieron drásticamente.
Sea lo que sea, en las huestes tricolores y blanquiazules van a tener que tener que analizar muy seriamente el tema de los indecisos, los sin partido y los que ya han dado color hacia el independiente.
También hay que estar atentos a la posibilidad de declinaciones, mismas que se habían rumoreado hace semanas y que podrían inclinar la balanza en favor de cualquiera de los punteros.
Obvio decirlo que de los dos de arriba el que baje la guardia puede darse por perdido, el que se sienta ganado antes de tiempo y se confíe se llevará tremenda y desagradable sorpresa, el que le crea a los aplaudidores disfrazados de analistas se engaña a sí mismo.
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