No obstante la amplia difusión que los medios de comunicación dan cotidianamente a las propuestas electorales, la verdad es que, fuera de los miembros de los partidos políticos a los que representan los protagonistas del actual proceso político, las campañas no entusiasman.
Las causas, además de que las ofertas son las mismas de siempre, es que para la mayoría de los ciudadanos sin partido son únicamente ofrecimientos electoreros, ya que piensan que una vez que los aspirantes llegan al cargo, se desentienden de lo que ofrecieron o porque factores adversos, como las dificultades económicas, les impiden llevarlas a cabo.
En la campaña presidencial del 2006, por ejemplo, el entonces candidato del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, prometió a los votantes, en su afán de restarle simpatías y partidarios al perredista Andrés Manuel López Obrador, dos cosas, construir una nueva refinería para reducir la importación de gasolina y abaratar los precios del combustible.
Lamentablemente para las personas que votaron por el abanderado blanquiazul convencidos del ofrecimiento, el michoacano no sólo no construyó la nueva refinería ni bajó el precio de la gasolina, sino que encima la encareció.
Otra de las razones por las que no les atraen ni les interesan las promesas y compromisos políticos es porque son iguales a las de todas las campañas.
Hace seis años prometieron que acabarían con el problema de la inseguridad y los actuales aspirantes al gobierno del Estado han vuelto a comprometerse a restablecer la tranquilidad pública para que, como en el pasado, las familias puedan caminar por las calles y vivir en paz.
También prometen mayores oportunidades de trabajo y salarios más remunerados, sin embargo, sexenios van y sexenios vienen y la situación no mejora.
El hecho que sí parece tener entusiasmados, por otra parte, a muchos es la conmemoración del 193 aniversario de la fundación de Tampico. Como todos los años, este martes 12 de abril las autoridades de Tampico y Altamira, encabezadas por el Gobernador Egidio Torre Cantú y los alcaldes Gustavo Torres Salinas y Armando Flores López, recordarán el acontecimiento con el tradicional desfile de carretas, como lo hiciera don Juan de Villatoro un día como hoy pero de 1823.
Como parte de los festejos, a las 5 de la tarde rendirán un homenaje a los fundadores en el monumento erigido en su memoria, luego recorrerán a pie hasta la Plaza de Armas en donde celebrarán una sesión extraordinaria y conjunta de cabildos. En ese marco se entregará la medalla al mérito “Fray Andrés de Olmos” al licenciado Antonio Sánchez Gochicoa, para rematar con una verbena popular.
Volviendo al tema de los procesos electorales, los estrategas y operadores políticos de los candidatos a alcalde y diputaciones locales dan los toques finales a los preparativos del arranque de las actividades proselitistas que tendrá lugar el próximo 18 de abril, dentro de menos de una semana.
Los candidatos priístas Magdalena Peraza Guerra, Humberto Oliva Barreda y Griselda Carrillo Reyes, saltarán a la palestra con las apuestas a su favor, sin embargo, si realmente están determinados a salir triunfantes en los comicios del 5 de junio, tendrán que conseguir el apoyo de los electores de la sociedad civil, porque los sufragios de los militantes que representan el llamado “voto duro” ya no es suficiente para ganar una elección.
Tenemos entendido que Griselda ha realizado un exhaustivo trabajo político preliminar que le ha permitido a la ex diputada granjearse el respaldo de los grupos y familias de mayor peso del municipio al que aspira a gobernar, que le da una ventaja significativa para llegar en el primer lugar al palacio en el que despacha el alcalde Armando López Flores.
La principal contrincante, la abanderada del PAN, Alma Laura Amparán Cruz, sólo tiene de su lado a los ciudadanos que quieren cobrarle al PRI en las urnas la difícil situación económica.
El problema de la esposa de Juvenal Hernández Llanos es que no cuenta con el respaldo de las bases panistas ni de los simpatizantes blanquiazules, que la ven como una priísta resentida que cambió de camiseta porque en su partido no le dieron una rebanada del pastel.




