La reciente encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica sobre el proceso electoral de Tamaulipas confirmó en días pasados lo que los analistas y las percepción ciudadana tenían acerca de la contienda, que la disputa del gobierno del Estado será protagonizado por los candidatos del PRI, Baltazar Hinojosa Ocho, y del PAN, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
El hecho de que el 30.8 por ciento de los electores entrevistados respondieran que votarán por el abanderado del tricolor y el 27 por ciento por el de Acción Nacional indica, de entrada, que el resto de los aspirantes de los partidos políticos menores no tiene ninguna posibilidad de ganar el puesto de Egidio Torre Cantú.
El candidato independiente, Francisco Chavira Martínez, el candidato más cercano a los punteros de la carrera por la gubernatura tiene apenas 9 puntos, 22 abajo del priísta y 18 del panista, ventaja que puede acortarse en los 45 días que restan al proceso pero no remontarse, de manera que si los números son correctos, demostrarían fríamente que, tanto el rector de la Universidad del Norte del Estado como los demás contrincantes, únicamente pueden aspirar, unos a conservar el registro, otros a superar su propias marcas.
En lo que concierne al PRD los porcentajes revelan que el aún principal partido de izquierda de México, sólo ha cosechado lo que sembró.
Los insignificantes 0.5 puntos que, según el sondeo de GCE, ha obtenido el representante del PRD, Jorge Valdez Vargas, a pesar de que, después de los del PRI y el PAN, es el que más ruido ha hecho en los 11 días que llevan las tareas proselitistas, que lo colocan abajo incluso de Morena, MC y Encuentro Social, ponen de relieve claramente que, como perciben muchos electores, el partido del Sol Azteca se encuentra en la lona y está pagando las consecuencias de haberse entregado al gobierno y al Revolucionario Institucional.
Las cifras y porcentajes dejan entrever, asimismo, que no se necesita ser un mago ni un adivino para deducir que el próximo gobernador de Tamaulipas surgirá entre Balta, que es el favorito de la competencia, y Cabeza de Vaca, el principal representante de la oposición.
Bajo esas circunstancias, los candidatos de los partidos políticos de mayor peso de la entidad recorren la frontera en busca de nuevo adeptos.
El representante priísta se reunió ayer con mujeres pertenecientes a la agrupación Magnolia de Matamoros, que tienen afiliadas 32 mil activistas del llamado sexo débil, que le patentizaron en forma entusiasta su adhesión y respaldo al proyecto político que encabeza.
El del partido albiceleste, por su parte, también sostuvo un encuentro con integrantes del género femenino, pero éste en la ciudad de Reynosa, su tierra natal.
En ambos eventos, por cierto, la principal demanda fue el de la seguridad.
Como en otras contiendas políticas, por otra parte, en el actual los miembros del comercio organizado de Tamaulipas no se limitarán a contemplar de lejos la lucha por el gobierno estatal, sino que tendrán un participación activa.
Para empezar invitarán a todos los aspirantes a que expongan a sus agremiados las propuestas y planes de trabajo, de dónde piensan sacar el dinero y las estrategias a las que echarán mano para llevarlos a cabo con eficacia, entre otros detalles, y, al mismo tiempo, formularles sus demandas y exigencias, a fin de que las integren, llegado el momento, a sus programas de gobierno.
Hablando de otros asuntos, una nota que nada tiene que ver con la política pero que responde al sentir de un amplio segmento de la población y que, en medio de la crisis de valores que sufre la sociedad, representa una luz de esperanza de que en el futuro podría retornarse al humanismo y retomar el único camino que ayudará a la humanidad a resolver los graves males que la tienen al borde del abismo, el de vivir en armonía con el prójimo y con la naturaleza.
El Congreso del Estado tipificó ayer como delito el maltrato, crueldad y privación de la vida de los animales y, como resultado de la modificación que se hará a un capítulo del Código Penal del Estado, por este motivo, se impondrán penas de hasta 2 años de cárcel y de 200 a 500 días de salarios de multa a los responsables de este tipo de conductas ilegales.