El victorense Alan Pulido ha roto paradigmas durante su carrera como futbolista, sobre todo en los últimos años, como cualquier ser humano, tiene sueños y metas, con tal de cumplirlos, por necesidad o valor, ha tenido que ir contra corriente, caminar por el camino áspero hasta llegar.
Una prueba de eso es que decidió partir de Tigres en uno de sus mejores momentos para ir a Europa, algo que desde pequeño anheló hacer junto a su hermano Armando.
Se echó encima pleitos legales y enemistades en la institución regiomontana que lo vio nacer y crecer como futbolista, se alejó del reflector que tenía en Monterrey e incluso se mudó lejos de su familia, cambió hábitos alimenticios y hasta los horarios para dormir, todo eso para sentir y disfrutar lo que es jugar en Europa.
El nueve de marzo del 2015 se le cumplió el sueño, debutó en la Super Liga de Grecia con el Levadiakos y lo hizo marcando gol ante el Platanias. Todo parecía perfecto. Su rendimiento lo llevó a uno de los equipos más importantes del fútbol griego, el Olympiacos, donde otra vez debutó ante el Platanias pero ahora en Copa, su primer gol fue el 23 de enero, cuatro meses después de haber llegado al plantel.
Mientras seguía el pleito legal en México por supuestamente haber fallado en el contrato con Tigres, en el Olympiacos se le presentaban más retos, pues no era tomado mucho en cuenta.
En ese momento apareció de nuevo el guerrillero y se filtró que Alan habría pedido salir del plantel por falta de minutos y en nuestro país diferentes sitios encabezaban una campaña donde el victorense era el principal blanco.
Pasaron los días y no salió de Olympiacos, comenzó a tener minutos, se ganó la confianza y demostró; hoy ya lleva cinco goles en la temporada y su equipo ya aseguró el campeonato.
La guerra la va ganando, con lo que ha demostrado deberá tener más minutos o incluso ofertas de otros equipos europeos, pues es de los mexicanos que están en el viejo continente quien tiene mejor porcentaje de productividad, incluso por encima de Javier “Chicharito” Hernández.
El tamaulipeco marca un gol cada 92 minutos, mientras que Hernández lo hace cada 115 minutos, Raúl Jiménez marca cada 205 minutos y el “Tecatito” acierta en 218 minutos.
Obviamente no es la misma calidad en cuanto a las Ligas, no es el mismo nivel en la Super Liga que la Bundesliga, pero como delantero es importante lo que te nutre el equipo, entonces tampoco se compara jugar en el Leverkusen y el Olympiacos.
Hoy Alan ha levantado la mano para regresar a la Selección Mexicana, y también lo está buscando el América para traerlo en el Centenario, situación que para él no se ve nada mal, pues declaró que “No estaba dentro de mis planes (Estar en el América), yo quería sobresalir en Europa, brincar a otros equipos, pero el fútbol da muchas vueltas, uno propone y las cosas se dan de la mejor manera”.
En este caso, la fácil sería volver a México para figurar en el histórico plantel azulcrema, acto que lo pondría automáticamente en la Selección y con una buena suma en sus bolsillos. Pero conociendo los antecedentes, dudo que se vaya por la fácil, su corazón guerrillero lo va a terminar empujando hacia otras latitudes en el extranjero.
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