MATAMOROS, Tamaulipas.- La tasa más alta de fallecimientos en hipertensos por infarto al miocardio se registra en Matamoros, que ocupa la nada envidiable posición número uno a nivel nacional en diabetes y obesidad, reveló la Secretaría de Salud de Tamaulipas.
Margarita Nodal Flores, trabajadora social de la Unidad de Especialidades Médicas en Enfermedades Crónicas (Uneme EC), afirmó que la epidemia de diabetes ha llegado a tal magnitud que esa unidad atiende pacientes de 22 años, cuando este padecimiento no hace mucho tiempo estaba reservado para adultos mayores de cuarenta y cinco años.
“Tenemos un estimado de que el treinta y cinco por ciento de los diabéticos con problemas de hipertensión muere por infarto al miocardio”, indicó la entrevistada, quien admitió que la causa principal de esta incidencia es la alimentación.
“La gente no ha hecho conciencia de que lo que come es lo que la enferma”, dijo Nodal Flores, quien detalló que los hombres son quienes menos acuden a cuidados médicos.
La Uneme EC, donde ofrecen servicios especializados a pacientes a partir de los 20 años de edad, tiene una lista de 500 personas que acuden para recibir regularmente atención médica.
“Nuestro objetivo para este año es ofrecer orientación y brindar servicios médicos al setenta y cinco por ciento de la población, apoyados en los centros comunitarios”, indica la trabajadora social.
Por su parte, la directora de la Uneme EC, Rocío Gámez Sánchez, expone que ocupar el primer lugar nacional en obesidad y diabetes no es algo para presumir, al contrario; “el sector Salud intensifica sus tareas de promoción a partir del primer nivel de atención, tiene diversos programas tanto para la infancia, la adolescencia como para los adultos, además de que hay una estrecha coordinación con el sector educativo”.
Cabe destacar que la coordinadora de Salud del Adulto y Adulto Mayor de la Jurisdicción Sanitaria No. III, Sol Zenith González Mendoza, estima que son alrededor de nueve mil personas que se atienden de
alguna de las enfermedades crónicas, como obesidad, hipertensión, diabetes e insuficiencia renal.
De ellas, casi cuatro mil están diagnosticadas con diabetes.




