Nuestro estado, ubicado en una de las esquinas de la patria más esplendorosa no ha sido aprovechado hasta ahora en la producción artística. Esto es los productos de la imaginación. Siendo territorio de frontera no hemos advertido hasta ahora este potencial de cultura y desarrollo económico. Mientras que el área correspondiente a Texas es, y pretende ser una fortaleza cultural que aglutina las culturas entremezcladas por historia y tradición.
Fuera de convenios de carácter científico y educativo, hemos sustraído de ellos el importante papel de los productos culturales, esto es la imaginación del arte. Desde Laredo a Matamoros, carecemos de una propuesta que represente las tareas y desarrollo de nuestros creadores. Arte en Frontera corresponde a nuestro estado y no sólo a la franja fronteriza.
Tamaulipas debe estar con los pies en el Siglo XXI, realizando convenios con instituciones públicas y privadas, que dinamicen el desarrollo de nuestros creadores, que propongan la adquisición de los productos de la imaginación.
Ha llegado la hora de que el estado de Tamaulipas cuente con un pabellón de exposiciones en ciudades tan importantes como San Antonio y Austin, Texas, donde se muestre lo que somos y hacemos en los campos de la cultura y el arte. Hasta ahora ha existido miopía y ranchería, ausencia de imaginación ante un panorama de anergias de la inteligencia y el desarrollo económico en la punta de México.
Por eso he leído con interés lo que el gobernador electo Francisco Javier Cabeza de Vaca, advierte en una entrevista con los vecinos texanos: “Tengo todo el interés de trabajar de la mano con nuestros vecinos de Texas y Estados Unidos, somos familia, aliados y socios y como gobernador trabajaremos con ellos para impulsar el desarrollo económico y aprovechar el potencial que tienen ambas fronteras”.
Sin duda, resume en estas palabras una propuesta vigorosa que compete también a la cultura y al arte.
Pongamos por fin los pies en el Siglo XXI.
