Es triste leer a nivel local y sobre todo a nivel nacional las declaciones de los que se siguen autonombrando opositores del ala izquierda, pues definitivamente se encuentran diluidos en sus propias controversias que de principio deberían de ser redimidas dentro del terreno ideológico propio en primer lugar, para entonces, poder ubicarse realmente a que le están jugando estas fuerzas políticas en el país.
Podemos decir que las fuerzas de oposición en general, pero en especial las de izquierda, han estado navegando a la cola de las definiciones de los partidos de la derecha como son el PAN y el PRI, y que hasta el momento no han sido capaces de presentar un proyecto donde se muestre cual es su objetivo real de existir como fuerza de «izquierda», porque por mucho tiempo se han mantenido solo dentro del terreno electoral, abandonando las reivindicaciones más sentidas de la sociedad, sin dar impulso y sostenimiento legal
y político a los derechos de todos los ciudadanos.
Es decir, ellos ya no ven la lucha electoral como un medio para llegar a mejorar las condiciones de la población en nuestro país, sino como el único objetivo, lo esencial del poder, limitando su movilidad y acción política por el marketing y el clientelismo vulgar, práctica de los demás partidos, ahogando cualquier intento bien intencionado de hacer política de avanzada.
El error del PRD y de los llamados partidos de izquierda en México es haber abandonado las reivindicaciones particulares de cada sector de la población, porque sobre de ellas se deberían de constituir los cimientos de una cultura democrática inmersa en la sociedad, dando respuestas a sus necesidades, formando nuevos cuadros políticos comprometidos con la población, transformando su militancia en los motores para combatir la corrupción y los vicios del propio régimen y no en simples aplaudidores y porristas; una de las obligaciones olvidadas de la izquierda es el involucrarse con las reivindicaciones sociales, políticas, económicas y culturales de la población, lo que muchos de sus analistas catalogan como cuestiones de anacronismo político.
Esta falta de tacto para estar en las luchas sociales justas de la población, eliminó la cercanía que debieran tener los partidos de izquierda con la gente, transformándose en
aquella «clase política» totalmente alejada de los intereses de las mayorías, que solo sabe de cumplir con los objetivos trazados por grupos de poder o ambiciones personales y que lejos de tener una influencia positiva en la población, son parte de lo que ahora la ciudadanía repulsa.
Muchos militantes del PRD en la localidad, en el estado y a nivel nacionales les preocupa la situación interna del partido, como en Tamaulipas, donde el partido está es dirigido por una serie de alfeñiques que desde el gobierno del estado y que que lo han mantenido divido por años.
Es terrible escuchar la discusión a nivel nacional entre los perredistas de que si se hace o no la alianza electoral con el PAN para el 2018. Es el colmo que después de haber vivido lo que son gobierno panistas durante 12 años, le tengan más afinidad con ellos que con organismos como Morena u otros que se califican como de izquierda, pero peor aún,
hacerles el caldo gordo y ellos estar de «cola».
A nivel local Juan Alonso Castro, quién ha ocupado cargos en el PRD dijo sentirse consternado por la pérdida de confianza de los ciudadanos hacia su partido y que se notó el 5 de junio, día de la elección.
“No es posible que en Tamaulipas y en participar en Matamoros el PRD este viniendo a menos por el comportamiento egoísta y mezquino de quienes están al frente, la falta de visión ha hecho presa del partido que ahora está a merced de migajas de otros partido” observó.
Juan Alonso no es el único de los perredistas que tiene un profundo desencanto de la forma en que se ha venido dirigiendo el partido, tan es así que no solo han dejado de militar en el PRD sino se han pasado a otros partidos o de plano han dejado la vida política activa por la tranquilidad de su familia.
Es precisamente la soberbia de sentirse los que ostentan la razón absoluta , lo que ha generado las tribus y la eterna división de las fuerzas de izquierda que por hay debería de dejar e un segundo plano sus diferencias ideológicas, para hacer un frente común con los ciudadanos y crear verdaderas condiciones de cambio en este país tan vapuleado por gobierno del PAN, PRI y hasta de algunos perredistas.
En este país hace falta una verdadera oposición, que tenga un nuevo estilo de hacer las cosas, que busque de forma directa la suma de los diferentes sectores de la sociedad, proponiendo su organización para la resolución de sus problemas y con ello llegue a ser una fuerza que equilibre. que ponga contrapesos para lograr un gobiernos más abiertos a las necesidades reales de la gente, democráticos y menos autoritarios.
Esa es la verdadero papel de la oposición en nuestros días, la cual si se logrará, se daría un paso importante en el camino de crear realmente una país con menos desigualdades, menos corrupción y con más iniciativas que favorecieran a los sectores más desprotegidos… Bueno, eso decimos nosotros.. pero usted ¿Cómo ve?
La ojeadita…
Donald Trump es el candidato oficial del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos… es decir, Trump se transformó de un chiste de mal gusto a ser una amenazadora pesadilla…