Durante la anterior entrega del Premio Nacional del Emprendedor 2015, el Presidente Enrique Peña Nieto mencionó que los emprendedores son parte esencial del México moderno que está derribando barreras y quitando frenos que les impedían crecer e ir adelante. En el mismo evento, se anunció la promulgación de los cambios a la Ley General de Sociedades Mercantiles, con un nuevo régimen de asociación denominado Sociedades para Acciones Simplificadas, S.A.S.
En su intervención, el Presidente mencionó que en la legislación anterior, el costo promedio para crear una empresa era de 20 mil pesos y el trámite podía tardar, en el mejor de los casos, seis días.
Con estas modificaciones ahora se podría crear una empresa en 24 horas de forma gratuita, inclusive realizando la gestión por Internet, con un solo socio y sin necesidad de un capital mínimo.
Se mencionó que en una segunda etapa, se buscará que el mismo proceso electrónico para la creación de una empresa permita la inscripción al Sistema de Administración Tributaria y al Instituto Mexicano del Seguro Social, así como la obtención de licencias de funcionamiento a nivel municipal y cuando las actividades sean de bajo riesgo.
Estas medidas que ya eran esperadas por el sector, responden a una estrategia gubernamental definida en el Plan Nacional de Desarrollo que busca elevar y democratizar la productividad, mediante la promoción de un ambiente de negocios que provea de un marco regulatorio eficaz que permita a las empresas prosperar, con la finalidad de generar más empleos, elevar salarios reales y mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
No obstante, es necesario considerar la necesidad de mejorar los apoyos y las acciones orientadas en fortalecer principalmente a las microempresas mexicanas para elevar su competitividad.
Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el Instituto Nacional del Emprendedor y el Banco Nacional de Comercio Exterior, presentaron los resultados de la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Enaproce) 2015, con el objetivo de generar información nacional sobre las habilidades gerenciales y de emprendimiento, así como de los apoyos gubernamentales que reciben para contribuir al fomento de la cultura empresarial en nuestro país.
En la mencionada encuesta, se confirma que de poco más de 4 millones de empresas existentes en México durante 2014, 97.6% son microempresas y concentran 75.4% del personal ocupado total, siendo éste sector el preponderante por su representatividad en el mercado, seguidas por las empresas pequeñas con 2.0% y 13.5%, y las medianas que representan 0.4% y 11.1%, respectivamente.
En el análisis de las cifras que corresponden a microempresas, se puede observar que únicamente 11.5% de las encuestadas capacitaron a su personal.
Sólo 14.7% de su personal cuenta con estudios de nivel superior y 47.6% no aplicó acciones de solución ante problemas presentados en su proceso de producción, lo cual puede representar dificultades para alcanzar adecuados niveles de productividad.
En el análisis del acceso al financiamiento, 22.7% de las microempresas consideraron que sus negocios no crecen por falta de crédito, de los que 60.1% manifestó que la razón primordial para no aceptar un crédito es por su alto costo, además de no tener una garantía o aval.
Con respecto a la tecnología, se aprecia que sigue desfavorecido Este sector, ya que la encuesta revela que un 74.5% no utiliza equipo de cómputo y 73.9% no usa internet, principalmente porque consideran que no la necesitan en su operación.
Finalmente, el estudio muestra que 72.4% no participa en cadenas productivas por desconocer información sobre este aspecto y únicamente 1.4% de las empresas micro solicitaron apoyo mediante programas del gobierno federal.
Lo anterior permitirá a las autoridades, instituciones educativas, incubadoras y consultoras de negocios, el definir acciones concretas que mejoren la competitividad de las microempresas mexicanas, en donde se deberá fortalecer la estrategia de profesionalización de los empresarios, mediante la integración de planes de negocios acordes a las necesidades del mercado para impulsar acciones en materia comercial, operaciones, recursos humanos y financieras.
Todavía falta mucho para mejorar el posicionamiento de las empresas mexicanas conforme a los estándares de competitividad internacionales, sin embargo, la información presentada en la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, facilitará la integración de un diagnóstico que en el corto plazo establecerá estrategias para fomentar la cultura empresarial mexicana.