Luego de la visita de Donald Trump a Los Pinos no me queda duda de que México padece a uno de sus peores presidentes en la figura de Enrique Peña Nieto.
Así es mis queridos boes, más allá de la invitación al magnate de los bienes raíces que ha ofendido al país entero y sobre todo a millones de migrantes, lo que ya es un despropósito, la actitud de Peña Nieto en público con dicho personaje enardeció a las redes sociales y provocó el tache casi unánime de los analistas serios y de la clase política distinta al PRI; estos últimos ni siquiera se atrevieron a defenderlo.
La visita de ayer era el equivalente a meter a la casa de uno al que golpeó a nuestra madre, al que llamó narco y drogadicto a un hermano sólo porque es pobre y va y pide trabajo, como sonreírle y llevarle flores al vecino que todos los días avienta la caca del perro a la nuestra, el que envenena a nuestra mascota.
No es necesario repetir la andanada de improperios que el candidato presidencial republicano ha hecho, los ha repetido tanto que cuando se supo que Peña Nieto lo había invitado a la residencia oficial todos esperábamos la disculpa del gringo a la exigencia del mexicano.
No vimos ni lo uno ni lo otro, cuando ambos salieron de la reunión privada, apareció un Trump agigantado y dueño de la situación y un Peña Nieto más minúsculo de lo que se le ve a diario, con la mirada temerosa y voz sumisa.
Fue Trump y no Peña Nieto el que decidió que sólo los periodistas de los medios gringos preguntaran, fue el mismo que en su cara y en Los Pinos le reiteró a nuestro presidente que el muro es necesario y se hará y hasta se dio el lujo de decir que a ambos países nos conviene.
¿Por qué Peña Nieto no lo increpó?, dicen los poquísimos que defienden la actitud timorata del esposo de La Gaviota que porque hay que usar la diplomacia.
¿Si no era para exigir que se retractara de lo que había dicho de los mexicanos entonces cuál era la intención de la invitación, si no habían pactado una petición de disculpa de Trump?.
¿Qué tipo de asesores tiene el presidente que le recomendaron invitarlo y luego dejar que Trump viniera y se volviera a burlar en su cara de este país?
Porque deben haberse enterado que luego de estar en la CDMX el candidato republicano voló a Arizona donde le regresó el tono golpeado y burlón y dijo que México pagará el muro aunque acá no lo sabemos.
Llamó en ese discurso ‘Maravilloso’ a Peña Nieto, tal vez por la candidez con la que el presidente de acá lo trató en Los Pinos.
¿Habrá alguien en la Presidencia de la República calculado el daño que la visita de Trump ocasionaría a la de por sí pésima imagen de Peña Nieto?, por lo visto no, a menos que el mandatario no haya seguido el scrip que le pudieron haber planeado y simplemente fue ‘él’ como es a diario, tierno, inocente, torpe pues.
Tal vez los ‘listos’ del gabinete priista buscaron dejar caer una cortina de humo un día antes del cuarto informe de Peña Nieto del que no se esperan buenas noticias ante el año para olvidar que ha tenido en el año del que va a informar.
Seguro que la visita de Trump y las burlas después de ella van a seguir siendo noticia hoy cuando Peña Nieto mande su informe por escrito al Congreso, cuando las televisoras transmitan su encuentro con 300 jóvenes del país (priistas de preferencia) a manera de comparecer, tal vez tan malo irá a ser el informe que prefirieron que la nota sea su ridículo ante Trump.
Pero júrenlo que con el papelón de ayer, Peña Nieto perderá buena parte de la escasa aprobación que le queda y que no es más del 25 por ciento.
Que un presidente baje más de esa cifra podría ser muy peligroso no sólo para Peña Nieto y para el PRI de cara a la elección del 2018; sino al país, porque un presidente sin respaldo, con reprobación unánime podría ser incapaz de gobernar.
Los priistas deben saber que una aprobación del 25 por ciento del país a su presidente significa que el mandatario está perdiendo el respaldo de la base tricolor; es decir, ni siquiera los militantes tricolores le apoyan.
Los priistas podrían haber coincidido con la declaración de Enrique Krauze de que la invitación de Peña Nieto a Trump fue un error histórico.
Hoy la transición…
Este día inicia formalmente el proceso de transición en Tamaulipas, comienzan a hacerse cuentas, a pedir informes, a hacer balances de lo que recibirá el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca de manos de Egidio Torre Cantú.
Más de 13 mil burócratas, poco menos de 5 mil vehículos, alrededor de 15 mil millones de deuda entre los números que unos y otros cotejarán.
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