La cultura, material precioso, es una de las disputas más apremiantes para las rebeldes del mandil. Otrora jardineras, cultivando tréboles de cuatro pétalos al ritmo de me quiere no me quiere y después, cultivadas por la emoción del sugestivo presupuesto se lanzaron como hordas Atilanas sobre el césped satinado de la cultura como ejercicio de mente sana en cuerpo sano.
No es para menos, la joya de la corona es tan atractiva que corresponde a una cauda cañera que bien ha sucumbido en las mieles y manjares del presupuesto, donde la lista de voraces consanguíneos y testaferros han chupado la sangre de los ilusionados creadores de mirada chata, de opciones de existencia modestas.
Hasta ahora, no hemos dado un paso más allá del adornado mandil y el sabor de la tortilla de harina. Hasta ahora no contamos con un frente de artistas de primera línea que haya tendido o brindado la posibilidad de realizar una exposición en el extranjero.
Hasta ahora no contamos con una presencia nacional e internacional correspondiente con la pujanza de este estado. Y no lo tenemos por la miopía de las damas del mandil y la hortaliza, que se han dedicado a repartir en sus consanguíneos de primera hasta la cuarta generación las prebendas de los artistas.
La joya de la corona de la cultura, el Festival Internacional Tamaulipas, es uno de los apetitos más socorridos. Como lograron, las mandiles bordados, chocolateras del atardecer hacer mano cadena para cercar al afamado maestro que pretendía llegar el arte y la cultura a estadios de calidad.
Para alejarlo de la jugad, las Amazonas, echaron todas las tortillas al comal para el logro de sus propósitos. Como premio, el testaferros que fungió como ariete recibió el gran premio para estudiar en el extranjero. Poca monta, muchas nueces, poco ruido. El talento, la capacidad creativa es un reto.
Un reto que asume con destreza. Porque la creación es más que una exigencia de lo efímero político. Es un proceso curtido por los años, por los libros, por la asimilación y construcción de conceptos estéticos. Un proceso muy distante de las amazonas del mandil y el rodillo.
Esperamos una puerta abierta para la nueva imaginación.
