5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Laberintos del poder

Tamaulipas, CDMX

Laberintos del poder

¿Es apropiado el camino que sigue el Partido Revolucionario Institucional para definir a su nueva dirigencia en Tamaulipas?

La respuesta podría ser un “sí”. Y paradójicamente también podría ser un “no”. Le diré el porqué de esta opinión.

Hasta ahora, se ha prestado atención prioritaria a los nombres y apellidos de los aspirantes a ocupar el cargo de Presidente del Comité Directivo Estatal tricolor. Sus méritos y en algunos casos sus deméritos, se ventilan en pasillos, cafés y medios de comunicación.

Pero en realidad, esas identidades –sin ánimo de deslegitimar a nadie– sirven más para las elucubraciones, intentonas de análisis y hasta simples cotilleos, porque la importancia de las mismas no radica en ellas, sino en otro factor. Poderoso factor, si me permite remarcarlo.

En todos los casos, sin excepción, quién mandará en el PRI tamaulipeco no estará aquí. Físicamente, desde luego.

Quien tomará las decisiones sobre el destino de ese instituto –o quienes– no será el ungido como líder oficial, sino el o los mecenas de esos protagonistas.

¿De dónde saldrán los recursos que manejará esa dirigencia? ¿en dónde se pulsarán los botones para autorizar las operaciones electorales? ¿En cuál lugar se jalarán las palancas que abran paso a las estrategias proselitistas?

De algo pueden estar seguros los militantes de ese partido: No será en Victoria donde se determine el presente y futuro del mismo. Mucho menos será en Matamoros, en Tampico o en Mante. La Ciudad de México es la sede más probable y se puede especular sobre el sitio que se nos pegue la gana, pero ciertamente no en Tamaulipas.

Así que continuar con el mismo esquema de las dirigencias tradicionales o tratar de dorar la píldora con la imposición de giros artificiales de timón, en nuevas estructuras de poder compartido, será lo mismo que perder el tiempo en cantarle a la luna. Ante la inexistencia de parcelas locales con poder político suficiente, el elegido o elegida, seguirán las instrucciones que se gesten allende las fronteras de la entidad.

Desde ahora para el PRI, se asoma un agregado en el nombre del Estado: Tamaulipas, CDMX…

Pasiones y razones
He seguido, por interés periodístico y como ciudadano común, las manifestaciones a favor y en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo y sobre la posibilidad de que estas parejas adopten niños.

Me parece, ojalá que no contribuya a exacerbar los ánimos, que los dos extremos a que se ha llegado en ese sentido son igualmente dañinos. Le diré por qué opino de esa manera.

Creo con firmeza que todo ser humano, al margen de sus preferencias sexuales, tiene derecho a ser feliz. Y si esa unión civil puede ser un camino para alcanzar ese estado, integrándose a la sociedad sin lastimar a terceros, es justo que la ley los cobije. Esta postura la defenderé siempre.

Pero ojo con el segundo extremo. De igual manera, defenderé sin excepción el derecho que tiene la Iglesia y las familias que impugnan esas modificaciones legales, a manifestarse en contra de esos giros legislativos. Nadie está obligado a someter sus convicciones por “el que dirán” o por el temor de que los demás le juzguen retrógrada o
misógino. Son sus principios y nadie debe tratar de impedir que los hagan públicos.

En los dos lados, lamentablemente, las pasiones parecen ser hasta ahora mucho más poderosas que las razones…

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