MATAMOROS, Tamaulipas.- Después de 8 meses de abandonar Tegucigalpa, Honduras, por la violencia que impera en la región Centroamericana, la familia Sánchez Martínez llegó a Matamoros para albergarse en la Casa del Migrante y después solicitar asilo a Estados Unidos en algún puente internacional.
Lenin y Cindy, quienes ya no pudieron pagar los ‘impuestos’ que cobran las pandillas, arribaron a Tabasco con sus tres hijos, luego se trasladaron a la Ciudad de México donde esperaron el momento para emprender el viaje hacia esta punto fronterizo donde al llegar solicitaron asistencia en el centro que opera la Diócesis de Matamoros.
Días después, la madre y los menores -el padre no porque anteriormente fue deportado- partieron a territorio estadounidense y en el cruce internacional presentaron pruebas de que corrían peligro, fueron aceptados y se les concedió audiencia en una corte de Dallas, Texas.
Una semana después se les comunicó que eran aptos de recibir la ayuda del gobierno y su estancia estaba asegurada. Más tarde, el jefe de la familia, Lenin, se pudo reencontrar con su esposa e hijos a través de la intervención de organismos internacionales.
Sin embargo, no todas las historias de migrantes terminan como la de los Sánchez Martínez, la crisis persiste y en el año, 52 mil 006 familias han sido interceptadas en el Condado de Hidalgo que colinda con Tamaulipas.
El mismo panorama
En el año 2014, grupos de centroamericanos, con parentesco entre ellos, se volcaron hacia la región norte de México tratando de salvarse de la violencia que aqueja a esas naciones por el crecimiento de las pandillas.
En ese entonces, el presidente Barack Obama denominó al fenómeno como ‘crisis humanitaria’ ante el cruce de 52 mil 326 familias y dispuso de acciones para contener la situación que se había desbordado.
En el último balance entregado por la autoridad estadounidense, se reveló que se efectuaron 77 mil aprehensiones de las que 52 mil 006 fueron registradas en el Valle del Río Grande, por el Condado de Hidalgo, lo que convierte a Tamaulipas en una de las principales vías para los migrantes de Centroamérica.
A pesar de que el gobierno federal desplegó programas en El Salvador, Honduras y Guatemala, de poco ha servido ya que las estadísticas demuestran que las familias buscan por los diversos medios internarse en Estados Unidos.
Lo anterior representan un desafío para las autoridades, así como organizaciones civiles, de México y Estados Unidos ya que tienen que destinar recursos para asistir a las personas durante su estancia en las regiones.
Niños solos
El arribo de menores de edad solos a la frontera del país persiste, en el 2016 fueron 59 mil 692 niños y adolescentes los que llegaron procedentes del sur, principalmente de El Salvador y diversos estados de la República.
De esa cantidad, 36 mil 714 lo hicieron por Tamaulipas lo que ha reflejado en las estadísticas de ocupación del Centro de Atención al Menor Fronterizo (Camef) en las ciudades de la franja fronteriza de la entidad.
Tan sólo en Matamoros más de 900 menores han sido protegidos en el Camef mientras se hacen las gestiones para entregarlos a sus padres o tutores después de haber sido deportados o interceptados en las carreteras del estado.
Si en el 2015 se brindó atención a 1 mil 50 personas de este grupo de edad, es posible que antes de que finalice el año en curso sea superada esta cifra, producto del intenso movimiento migratorio que se ha generado.
Cada mes ingresan en promedio 10 centroamericanos al Camef en donde son resguardados hasta que el Instituto Nacional de Migración (INM) concreta su repatriación.
Y Texas niega asistencia
Las afectaciones originadas por la salida del Estado de Texas del programa para asistir refugiados repercute de manera mínima en los centroamericanos y mexicanos que buscan asilo, ya que son las organizaciones civiles y el gobierno federal de Estados Unidos quienes dan soporte a los interesados.
El representante de la Casa del Migrante en Matamoros, Juan Antonio Sierra Vargas, expuso que en los casos que se han presentado, la administración federal pide a familiares que reciban a sus parientes y se haga cargo de ellos mientras acuden ante la corte para analizar su caso.
Expuso que en caso de que los que han solicitado alojo en territorio estadounidense carezcan de vínculos, es la Casa del Migrante Juan Diego, ubicada en Houston, Texas, la que los alberga hasta que puedan instalarse.
Sierra Vargas indicó que los recursos del gobierno de ese país continúan fluyendo por lo que el apoyo a los migrantes que solicitan protección no se ha detenido, a pesar de que la administración texana ha declinado en la iniciativa.
Por los cruces internacionales de Matamoros pasan decenas de originarios de Centroamérica y connacionales quienes se apegan al programa de refugiados que en la mayoría de los casos son aprobados para radicar en ese país.
Repatriacion en aumento
En los días de octubre la repatriación efectuada por la Patrulla Fronteriza ha sido intensa, pues por día expulsan entre 20 a 25 connacionales y centroamericanos que son interceptados en el sur del estado de Texas.
El representante del Módulo de Atención a Migrantes, Rúben Hernandez Gúzman, comentó que a pesar de que a Matamoros no le corresponde la repatriación masiva, ya que se efectúa por Reynosa, la actividad se ha mantenido en la ciudad.
Aunque en estos momentos están paralizados los recursos para asistir a los migrantes en su regreso a la entidad de origen, algunos estados han apoyado pero otros no lo han logrado porque no pueden operar los programas que la federación ha dispuesto.
En septiembre fueron 1 mil 198 personas las que fueron liberadas en el Puente Internacional Puerta México en el mes que a Matamoros recibe grupos importantes de migrantes que son trasladados a la frontera por avión.
…Ya llegan por tren
Desde hace unas semanas los encargados de la Casa del Migrante han ubicado casos de mexicanos y centroamericanos que desde Monterrey arriban a este municipio fronterizo por medio del tren de carga, lo cual es una situación que tiempo atrás se desconocía.
El encargado del albergue operado por la Diócesis de Matamoros, Juan Antonio Sierra Vargas, expuso que han llegado connacionales al lugar quienes informaron que realizaron el viaje desde la capital de Nuevo León hasta la localidad en tren.
Sierra Vargas argumentó que actualmente los migrantes llegan a Monterrey y de ahí parten hacia los estados del norte o se enfilan hacia Tamaulipas con el objetivo de cruzar hacia el territorio estadounidense.
Demanda a la alza
Matamoros no es ajeno al movimiento migratorio que ha emergido en el presente año y le ha correspondido atender parte de la demanda que se ha suscitado con la huida de centroamericanos de sus países y las repatriaciones que efectúa Estados Unidos.
En la Casa del Migrante San Juan Diego y San Francisco de Asis se asiste a 120 personas por mes por las deportaciones del gobierno extranjero, en las que no se han respetado los acuerdos y se ha enviado tanto mexicanos como centroamericanos.
El párroco Francisco Gallardo López, quien es el responsable de la Pastoral Social en la Diócesis de Matamoros, expuso que llegan en situación grave, con maltratos por parte de la autoridad americana.
Comentó que los más vulnerables son los originarios de Centroamérica porque al carecer de documentos legales tienen mayores problemas y a la vez son tratados como delincuentes.
Agregó que un migrante que se hospeda en el refugio tiene un costo de hasta 400 pesos por día, debido los servicios que de alimentación, medicamentos, llamadas telefónicas, asesorías, entre otras, que se les brindan, y son las comunidades religiosas quienes hacen aportación.
Gallardo López urgió a los gobiernos a destinar los recursos necesarios para ayudar a los repatriados que llegan a Matamoros ya que en la actualidad es mínima la asistencia que se les otorga por parte de la autoridad.