Día de fiesta en la ciudad de las jaibas: En un caluroso, húmedo y típico día porteño, Tampico cumple 194 años de su fundación.
La tradición se cumple al pie de la letra: La gente de Altamira llega al puerto jaibo para celebrar el inicio de una historia que va de la mano con el surgimiento del México independiente.
Dos mujeres, dos alcaldesas, signo de los nuevos tiempos democráticos, encabezan la celebración: Alma Laura Amparán, al frente del contigente altamirense; y Magdalena Peraza Guerra, anfitriona que dirige, por segunda e histórica ocasión, el rumbo tampiqueño.
En pleno mediodía, bajo el intenso sol de una primavera que parece verano, Tampico cumple un año más de vida con un reconocimiento más que especial:
La entrega de la presea “Fray Andrés de Olmos” a Robert Fleishman, uno de los empresarios más destacados de la ciudad y del estado, director operativo de GT Global.
La medalla “Fray Andrés de Olmos” se entrega a un ciudadano distinguido en el marco de una sesión, con el carácter de solemne, realizada de manera conjunta por los Cabildos de Tampico y Altamira con el propósito de celebrar la fundación de la ciudad de las jaibas.
El galardonado llega acompañado de su esposa Sheri y, por supuesto, de su hermano mayor, Herman Harris Fleishman (quien recibió la presea, el máximo reconocimiento de la ciudad en 2013).
También lo acompañan los altos directivos del consorcio empresarial más representativo del sur de Tamaulipas, la compañía que participó en la construcción del vanguardista centro comercial ‘ALTAMA’, símbolo de la modernidad porteña.
Con el escenario instalado en el corazón de la ciudad, en la Plaza de Armas, frente al Palacio Municipal, Magdalena Peraza Guerra luce sonriente y contenta. La alcaldesa de Tampico sostiene una relación de amistad con H. H. Fleishman y Robert Fleishman.
Tras el pase de lista de los dos Cabildos, la sesión solemne inicia de manera formal a las 12:25 horas.
Testigo de la ceremonia oficial, un invitado especial: En representación del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, asiste Jesús Nader Nasrallah, secretario de Administración del Gobierno del Estado.
Otros invitados especiales: Carlos García González, jefe de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, que llega acompañado de los diputados locales de Altamira, Víctor Meraz y Ciro Hernández Arteaga. Humberto Rangel Vallejo, diputado del PVEM, acompaña al líder del Poder Legislativo. Paloma Guillén Vicente, diputada federal y presidenta de la Comisión de Gobernación del Congreso de San Lázaro, asiste puntual a la cita. De hecho, minutos antes, en la tradicional caminata de la fundación jaiba, va junto a su amiga, la presidenta municipal, la maestra Magda Peraza.
Es la hora de los discursos. Emocionada, la alcaldesa de Tampico toma el micrófono. Con la voz fuerte y clara que la caracteriza, se refiere a la identidad porteña de Robert Fleishman: ‘Yo sé que para él tiene un significado muy especial, porque es el reconocimiento del pueblo que lo vio nacer, porque nació aquí en Tampico, porque orgullosamente es jaibo, orgullosamente es tampiqueño y orgullosamente es tamaulipeco’.
Añade: ‘Robert Fleishman tiene la voluntad para ser generoso con su ciudad, tiene la paz en su corazón para donar a quien lo necesita y tiene presente que ser un hombre de bien es trascender en actos de buena voluntad, es ganarse el reconocimiento por los valores que lo dignifican como ser humano’.
Magdalena Peraza remata: ‘Recordemos siempre que la gratitud es la memoria del corazón y Tampico guarda en su corazón a Robert Alan Fleishman Cahn’.
Toca el turno al empresario. Recuerda a su bisabuelo, don Leo, el origen de una historia de éxito: La fundación, en 1912, de ‘La Pureza’. Después, su abuelo, H. H., construyó, en Tampico, en 1926, la primera planta de Coca-Cola en el país. Su abuelo, junto con su padre, Jack, edificaron un consorcio empresarial diversificado, hoy llamado GT-Global.
‘Tampico siempre está en mi corazón. Por eso siempre hemos procurado a través de cuatro generaciones de mi familia apoyar las causas nobles, obras necesarias y proyectos emblemáticos como parte de nuestra responsabilidad social’, afirma con visible emoción. Las aportaciones de la familia Fleishman se reflejan en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), el campus Tampico del Tecnológico de Monterrey, el Instituto Cultural y la Escuela Americana de Tampico, así como en la fundación del IRBA, el Espacio Cultural Metropolitano y el rescate del Auditorio Municipal.
Después del protocolo, luego de las fotografías para el recuerdo, los hermanos Fleishman se sientan en los comedores populares instalados en la zona peatonal.
Ahí les sirven un platillo huasteco que ambos, Henry y Robert, disfrutan: Zacahuil. La bebida que toman es, por supuesto, una Coca-Cola bien fría.
Y PARA CERRAR…
Andrés Zorrilla, alcalde de Ciudad Madero, estuvo ayer en Monterrey para promocionar, con una serie de entrevistas en medios de comunicación de la capital de Nuevo León, la Playa de Miramar, máximo paseo turístico del sur de Tamaulipas. Buen punto.