A la memoria de mi amigo Rubén Narváez Martínez. Un hombre que como Joaquín Sabina, algunas veces solía recostarse en el hombro de la luna y le hablaba de esa amante inoportuna que se llama soledad.
* El autor es premio
Nacional de Periodismo 2016.
El supremo gobierno está muy indignado porque el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos con sede en Londres sitúa a México como el país más violento apenas abajo de Siria y por sobre Irak, Afganistán, Yemen, Somalia, Sudán y Turquía, naciones en guerra permanente y donde como sabéis se utilizan armas sofisticadas y de gran poderío capaz de eliminar comunidades enteras.
La diferencia con México es que por estos andurriales las muertes se producen por otro tipo de guerra que tiene mucho que ver con la corrupción y la incapacidad de las autoridades para vencer sus propios intereses. Y ni modo que sea invento cuando la fuga e impunidad de políticos está considerado como el pan nuestro de cada día. Y es tan común que en muchos medios dicha información se localiza en los rincones más apartados, ahí donde el ojo lector ya ni busca del crucigrama. Y es que la inmoralidad política dejó de ser noticia.
El asunto es que el régimen tricolor está muuuuy enojado porque un organismo de alta credibilidad coloca a México en el segundo país más violento del planeta con 23 mil muertes violentas registradas el año anterior. Y son las registradas (en una de esas es probable que crezcamos en raiting y superemos a Siria).
Conocido que fue el informe en cuestión, de inmediato levantaron su voz los secretarios Luis Videgaray y Osorio Chong desmintiendo lo que para los mexicas es una realidad y para el supremo gobierno una fantasía. Aseguran los funcionarios que al estudio carece de rigor metodológico. En este sentido y en varios otros, rechazan la conclusión de que México alcanzó los niveles de violencia de un país en guerra abierta fundamentalmente “por debilidad institucional y corrupción generalizada”. ¡Rájale!.
Estará usted de acuerdo en que la información seria sigue llegando del exterior para sorpresa, no de la mayoría mexica que camina sobre terreno minado, sino para las autoridades reacias en aceptar que debido a sus excesos, que incluyen voracidad material desmedida, la república alcanzó el punto del no retorno. Sea que el sistema agoniza tragado por sus propias creaturas. ¡Ah, bruto!.
De manera que el mundo-mundial está enterado que México es el segundo país más violento y pue-que vaya por el liderazgo considerando que la nación está criminalizada. Punto del mapa nacional que toquemos salta sangre y ni cómo negarlo cuando los medios bombardean los sentidos sin interrupción, como alimento para la angustia de millones de familias inocentes que no tienen otro lugar dónde refugiarse. Cuando menos los sirios cuentan con la posibilidad de acudir a la ayuda humanitaria de otras naciones, pero aquí, con un vecino como Trump cada vez más obsesionado por desaparecer a la mexicanada sin excusa ni pretexto. Con este vecino, digo, “¡pos ni pa o’nde hacerse!”.
Y deje al vecino, con nuestra clase política mexica insensible, corrupta e impune que seguro fue expulsada del averno y, ¡maldita sea la hora!, se avecindó en esta ínsula barataria llamada México. Pues es la misma que ahora se indigna porque el planeta Tierra empieza a conocer sus verdades, o sus mentiras que pa’l caso es lo mismo.
¿Son o se hacen?
Pese a las críticas, los integrantes de la legislatura local han ignorado lo que es clamor social respecto de la necesidad de eliminar los privilegios de que gozan diversos ex funcionarios. Por ejemplo, quienes fueron gobernadores (excepto uno), utilizan ayudantes, “guaruras”, vehículos y creo que hasta secretarias con cargo al erario público. Y en esta misma situación están algunos otros que en el pasado reciente ocuparon cargos relevantes. Usted dirá, ¿y qué tal los actuales?.
No es chiste sino enorme falla donde “la representación popular” prefiere hacerle al tío Lolo antes que colocarse al nivel de las exigencias de una comunidad, profundamente lastimada por el autoritarismo.
Habría que revisar también la relación de beneficiarios por acuerdos absurdos del pasado inmediato mediante los cuales reciben (¿recibían?) cantidades por razones que más bien huelen a caprichos o tal vez a cargos de conciencia.
¿Por qué el Congreso local no actúa en consecuencia?. O mejor dicho, ¿por qué a Carlos García González “le vale una pura y dos con sal?”…Es un tema sobre el que se debe insistir considerando que en todo caso se está derrochando el patrimonio social.
Sucede que
El columnista considera que el victorense Óscar Almaraz Smer es un buen alcalde porque le ha echado ganas, pero tampoco se debe exagerar respecto de su imagen con miras al futuro, ¿cómo está eso de que “invertirá” en edificios escolares?, “ni que fuera dinero suyo de su propiedad”, como dijo aquel…Por otra parte merecen análisis serio las expresiones del titular de la SET, Héctor Escobar Salazar en cuanto a que “la educación pública no sirve”. Está bien que el funcionario es producto de la enseñanza privada pero tampoco hay que despreciar de esta manera digo yo…que responda el SNTE, si es que quiere responder, si no psss no.
Y hasta la próxima.