A dos semanas de la elección de nuevo gobernador del Estado de México, las encuestas y el segundo debate demostraron que, a pesar de los videos de Eva Cadena y de las irregularidades cometidas por la ex alcaldesa cuando gobernaba el municipio de Texcoco, la candidata de MORENA, Delfina Gómez Álvarez, se ha convertido en el enemigo a vencer en la disputa del cargo de Eruviel Ávila.
De acuerdo con los sondeos de opinión más recientes, en contraste con lo que se pronosticó originalmente, de que la disputa sería entre el PAN y el Partido de AMLO, la pelea por el gobierno mexiquense es protagonizada por el candidato del tricolor, Alfredo Del Mazo, que sigue delante de las preferencias electorales por una pequeña ventaja, y la representante del Movimiento Regeneración Nacional.
Por causas no claras, algunos mencionan entre estas que el alto mando de Acción Nacional habría dejado sola a Josefina Vázquez Mota, otros esgrimen un supuesto arreglo mediante el cual el blanquiazul dejaría el triunfo al ex invencible a cambio de que este le abriría por tercera vez las puertas de la residencia de Los Pinos, la ex candidata presidencial cayó al tercer lugar y a punto de ser superada por el abanderado del PRD, Juan Zepeda, que se encuentra en el cuarto sitio.
Otro hecho que confirmó que el enemigo a vencer es la morenista fue que en el segundo y último debate de la contienda mexiquense del martes, Delfina fue el blanco de los ataques y críticas de los cinco aspirantes, que le echaron montón, incluida la candidata independiente, Teresa Castell.
El 4 de junio, en dos semanas, fecha de las votaciones, se sabrá qué tanto pesaron en el ánimo y la voluntad de los ciudadanos los videos de la recaudadora de dinero de MORENA y los resbalones de la propia ex alcaldesa de Texcoco, el rechazo generalizado contra el PRI y la idea de que el partido albiceleste y su representante son la misma cosa que el Revolucionario Institucional.
Y también quién fue el ganador de la competencia política, si el presidente Enrique Peña Nieto o Andrés Manuel López Obrador.
Si Del Mazo pierde la elección, bien sea contra Delfina o la disminuida Josefina, sería un golpe letal no únicamente para el priismo sino igualmente para el régimen del presidente de la República, que habría perdido más que su Estado natal, la sede del grupo político más poderoso y emblemático del PRI, el Atlacomulco.
Más que la gubernatura, eso es lo que realmente estará en juego en los comicios que están en puerta.
En el PRI de Tamaulipas, mientras tanto, las presiones y exigencias de los militantes para que se convoque a la elección de los nuevos jerarcas estatales del organismo, siguen sin tener eco. La Comisión Nacional de Justicia Partidaria declaró improcedente el juicio interpuesto por Enrique cárdenas del Avellano contra la presidenta estatal interina, Aída Zulema Flores Peña, a la que acusaba de haber omitido la convocatoria para elegir al dirigente sustituto.
Ante esa negativa, otros militantes han empezado a recorrer la entidad recabando firmas de los consejeros para llegar a la presidencia estatal, medida que, todo indica que como las demandas de Cárdenas del Avellano, serán desoídas por los altos jerarcas del ex partido oficial.
Cambiando de tema, alguien de mero arriba necesita poner un alto a las fuertes pugnas que tienen lugar al interior del PAN de Madero y han alcanzado al cuerpo administrativo del ayuntamiento. Si no lo hacen, como lo hicieron meses atrás para frenar el golpeteo en la Comapa de Tampico-Madero, los conflictos podrían salirse de control y obstaculizar el proyecto político de la relección del 2018.
Los cambios en el gabinete del jefe edilicio así como la toma de las instalaciones del Centro Regional de Desarrollo Educativo, CREDE, de la urbe petrolera, que encabeza la señora Lorena Purata Hernández, esposa del Director del Conalep, Agustín de la Huerta Mejía, son un hilo de la misma madeja.
La mala noticia de la semana, por otra parte, es que, según reporte del Instituto Internacional de Estudios Estratégico con sede en Londres, Inglaterra, que ha sido rechazado por el gobierno mexicano, México es el segundo país más violento del mundo. En el 2016, por ejemplo, murieron aquí 23 mil personas en la guerra contra el narcotráfico, cifra sólo superada por Siria, en el que fallecieron 50 mil a causa de la guerra civil que convulsiona a aquella República Árabe desde el 2011.
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