El sístole y diástole del pulso urbano, es invisible, pero cuando una de sus arterias llega a fallar, todos los demás órganos lo resienten. Es por eso que, en una ciudad como la nuestra, donde, el calor se prolonga a lo largo de ocho o nueve meses del año, el bombeo sistemático del agua resulta fundamental.
Recientemente el alcalde Óscar Almaraz y Gustavo Rivera Rodríguez de la COMAPA, rehabilitaron tres unidades de bombeo, con el fin de garantizar un mayor abastecimiento de este recurso.
Hace varias décadas, el antiguo Valle de Aguayo, donde se asienta la capital, (bautizado con el nombre de un pequeño pueblo español enclavado en la región cantábrica), rebosaba de agua. El río San Marcos, sorprendió a los colonizadores peninsulares, cautivándolos con sus paisajes y su generoso caudal acuífero, de los cuales dieron cuenta en diversas cartas y testimonios.
(Por cierto, existe una interesante leyenda, sobre el origen del apellido Aguayo. Se cuenta que en la vieja España de la reconquista, el mayor de tres hermanos guerreros, acudió en auxilio de su príncipe, y cuando éste le preguntó que si no había tenido miedo al cruzar, ante las aguas embravecidas del río Deva, el guerrero contestó: “En servicio vuestro, NO TEMO AL AGUA YO”).
Como el resto de las ciudades y villas fundadas por Escandón, Victoria sufrió la progresiva devastación de su ecología, y de las corrientes naturales que un día, hicieron de este valle, un hermoso vergel. Hoy muestran los estragos, de un río reseco, que suele despertar su caudal, en época de ciclones, para después apagarse, y convertirse en un bracero de piedras incandescentes.
El agua se evaporó. Y la ciudad dejó de amamantarse del río que la vio nacer. El San Marcos, sigue surcando el vientre de la capital, como una serpiente de rocas que delatan la antigua ruta colonial del agua, ahora sepultada, en las profundidades minerales de la planicie.
El nuevo orden social que emergió del Valle de Aguayo, hoy se encuentra convertido en una populosa capital cercana a los 400 mil habitantes. El crecimiento de su zona comercial e inmobiliaria, crece hacia el norte, pero existen asentamientos que ya se lograron trepar a las partes altas, cercanas a la sierra. La política pública del agua, es altamente compleja.
La vieja villa de Aguayo, trazada por los hombres de José de Escandón, ha dejado atrás el romanticismo de La Peñita, y ahora se ha conectado a la Presa “Vicente Guerrero”, para satisfacer su sed y sus necesidades de consumo familiar, más apremiantes.
La rampa topográfica donde vivimos los victorenses, indica que en la parte baja de la ciudad, hay suficiente recurso acuífero. Es en esta área donde se han perforado nuevos pozos, y se han puesto en marcha, sistemas de bombeo.
Como en su tiempo, el viejo guerrero Visigodo, exclamó, ante su príncipe, hoy el Gerente de la COMAPA, Gustavo Rivera Rodríguez, leal a la política de su jefe Almaraz, con una ligera variante, asevera: “Al servicio vuestro, no temo a la administración del agua- yo, y garantizo su abasto”.
Tres corazones de acero, dotados con poderosos caballos de fuerza, bombean la oferta, destinada a calmar la sed de los capitalinos.
Son los motores cardiovasculares del Agua-yo.
Festejo multitudinario a las madres
Ayer, en el libramiento Portes Gil, más de 25 mil madres de familia acudieron al festejo que les fue organizado por el ayuntamiento victorense. El Alcalde Almaraz caminó entre la multitud de amas de casa, en un evento que rebasó las expectativas. Hubo diversiones, servicios médicos gratuitos, bingos, bailables, todo
en perfecto orden, demostrando una vez más la vocación de participar y disfrutar en familia, a campo abierto, sin encerrarse.
Destacó la participación de la policía federal y de las fuerzas militares, mismas que no solo cuidaron de manera eficiente y discreta el evento, sino que además convivieron con los niños y jóvenes, mostrando su perfil de instituciones al servicio del interés ciudadano.
Muy apretada la carrera en Edomex.
El caso es que, en el estado de México, una candidata se formación sencilla, espontanea y simple como es la abanderada Delfina Gómez, de MORENA tiene contra las cuerdas al priMAZO de Peña Nieto, o sea, nada menos que la familia política más poderosa de México, pasando angustias y en peligro de perder, en su estado natal.
Ni siquiera Osorio Chong, enfrentó tragos tan amargos, en el estado de Hidalgo, el pasado 2016, cuando el chino colocó a su delfín.
Faltan escasas tres semanas para la elección mexiquense, y el suceso acapara más miradas que la pelea entre Canelo y el juniorcito Chávez. A pesar de todo el dinero que le han metido, Delfina se la puede llevar. Delfina, ya es una ganadora.