Si los pronósticos no fallan, los priístas y calderonistas echados del PAN, llevarán a José Antonio Meade como candidato a la presidencia de la República ¿para tratar de mantener el poder?, lo dudo, al menos por lo que ocurrió ayer en el Congreso federal, donde los tricolores le echaron una palada más de tierra panteonera a la posibilidad de que el actual secretario de Hacienda sea el próximo presidente de México.
Así es mis queridos boes, me refiero al rechazo de la bancada del PRI y de sus aliados del Verde, PES y Panal a la propuesta de modificar el Impuesto a los combustibles que terminaría con los impopulares gasolinazos, que tan impopular han vuelto a ese partido y a Enrique Peña Nieto.
Claro que el precio de no terminar con el gasolinazo lo va a pagar en directo Meade, cuando ande en campaña, porque como aún titular de Hacienda a él se le atribuye el diseño del paquete económico que padeceremos los mexicanos al menos por el año que entra.
Y no se trata sólo de retórica, ni de expresiones populistas que pudieran defenderse sólo para caerle bien a los ciudadanos, se trataba de una propuesta de la oposición que pedía se redujera en 50 por ciento el impuesto a las gasolinas, lo que lograría por sí sólo bajar hasta en 4 pesos el precio de los combustibles.
¿Querrá en realidad Meade ser candidato y por ende presidente de la República?, ¿alguien le habrá dicho que una campaña política es básicamente la venta de compromisos con la población que se quiere gobernar?, ¿alguien le habrá dicho que para ser popular se tienen que tomar medidas en ese sentido, populares, y tratar de joder lo menos posible a las mayorías?.
Más aún ¿alguien le habrá señalado que el PRI que lo va a postular va en tercer lugar en casi todas las encuestas y que al presidente que pretende sustituir es el peor evaluado en toda la historia desde que se mide ese cargo?, ¿sabrá pues que México es cada vez menos un pueblo de pendejitos que se deja una y otra y otra vez?
Por más que intenté ayer adivinar cuál va ser la respuesta de Meade cuando en campaña los ciudadanos comunes le reprochen el incremento criminal de las gasolinas en el sexenio de Peña Nieto, que había prometido no solo no subirlas, sino bajarlas.
Porque tendrá que responder a esas preguntas no solo por parte de los ciudadanos comunes, sino por los líderes de gremios de transportistas foráneos y locales, por asociaciones de productores, pescadores y demás.
¿A ese tipo de decisiones se refería Meade cuando entre puros priístas decía que México le debe tanto al PRI?.
Decía que no se trata de ser populistas, porque ese extremo es tan peligroso como el del agandalle que aplican los del PRI, pero cuando se está en un proceso electoral en marcha este tipo de decisiones se toman con más tacto, con menos ‘ojetismo’, con más sentido humano, con más cálculo electoral.
Por eso insisto en cuestionar si el PRI y Meade en realidad buscan ganar en el 2018, porque tienen que entender que este México al que ellos le han hundido el colmillo para sangrarlo no les va a volver a dar el poder mientras le sigan agraviando.
Vuelvo a las preguntas si Peña Nieto prometió: bajar las gasolinas y Meade las subió, ¿qué va a proponer al respecto el que será candidato del PRI?
En frente, el Peje debe estarse revolcando de la risa, porque los del tricolor le siguen haciendo la campaña, gratis.
Geño, otra vez sin abogado…
Finamente ayer el ex gobernador Eugenio Hernández Flores fue notificado de las acusaciones que un juzgado federal del sur de Texas le hace y por lo que le reclama a través de una ficha roja de la Interpol, por la que le fue ejercida una orden de aprehensión con fines de extradición.
La nota fue que otra vez estuvo sin sus abogados ‘carísimos’, de lujo a los que contrató para que le defiendan de la posibilidad de una extradición. Recordemos que la diligencia de ayer comenzó de hecho el miércoles y ante la súplica de Geño el Juez le dio chance para ayer, porque los abogados Antonio Collado y Jorge Olvera nunca llegaron, bueno pues ayer tampoco.
El ex gobernador tuvo que conformarse con dos abogados de oficio, de los que salen gratis, como los que defienden a los delincuentes pobres que no tienen lana para pagar un litigante.
Lo que sigue es que él y su defensa, si es que los Collado no han aventado el arpa, decidan si aceptan la extradición o la combaten, lo que alargaría el proceso.
Por cierto el caso podría en los próximos días dar mar sorpresas, porque se sabe que Geño no cometió los presuntos delitos sólo y todo indica qué hay un puñado de sus cuates que pronto le harían compañía tras las rejas.
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