CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Un tráiler volcó en la peligrosa “curva de la muerte” y debido a la caída resultó herido, regando además 26 toneladas de maíz.
El percance ocurrió ayer a las 12:00 horas en los entronques de la carretera a Soto la Marina y Rumbo Nuevo, en el kilómetro 10.
Una unidad de la Cruz Roja se trasladó al sitio y brindó los primeros auxilios a Francisco Javier Abat Mendoza, de 32 años y con domicilio en el estado de Jalisco.
El chofer se hallaba policontundido pero no fue necesario su traslado a un centro hospitalario.
Ante los oficiales aseguró que el accidente se debió a que un perro y un caballo se le atravesaron, aunque la versión para los oficiales no es creíble pues adjudican más a la velocidad.
Abat Mendoza manejaba un tráiler International, modelo 2004, propiedad de la empresa Fray Reginaldo S.A de C.V en San Miguel El Alto, Jalisco.
El camión, que jalaba dos contenedores de 30 toneladas de maíz, había salido de Tonalá, Jalisco con destino a la ciudad de Río Bravo.
Al circular por la carretera Rumbo Nuevo, llegó al entronque con carretera a Soto la Marina pero debido a la velocidad, perdió el control en el punto conocido como “la curva de la muerte” y al querer regresar a la carretera acabó por maromear sobre el costado del piloto, mientras que el remolque que seguía al tractocamión, volcó, derramando toda la mercancía.
Personal de Tránsito Local se encargó de llamar al cuerpo de Bomberos para que acudieran a limpiar la zona ya que el tráiler derramó diesel y aceite.
Por su parte, la Policía de Fuerza Tamaulipas no pudo evitar que la gente que llegó al sitio hiciera rapiña. Según el agente de seguros, los daños del vehículo fueron en los 500 mil pesos, mientras que la mercancía no se hallaba asegurada.
Por el Facebook se dan cuenta
Minutos después de haber ocurrido la volcadura, una nube de gente comenzó a arribar al sito armados con tinas, toneles y camionetas pick up.
Los agentes estatales fueron alertados sobre la posible rapiña por lo que trataron de poner en razón a la gente que prácticamente fue incontrolable.
Después de una media hora, las autoridades no pudieron más por lo que acabaron por robar el grano derramado.
Pablo García Mendoza es una de las personas que acudieron a recoger el grano y arribó al sitio gracias a las redes sociales, las cuales alertaron sobre el incidente.
“El grano lo quiero para mi marranito, mis gallinitas, no lo quiero para otra cosa más”, dijo el joven con aspecto muy humilde.
“Vivo en la Estudiantil pero por el Face me entero de todo y cuando supe que estaba el accidente me vine en mi moto y me traje dos costales para llevarle a mis animalitos”.
El tiempo era oro para García Mendoza, por lo que después de responder a dos preguntas se ensimismó en su mente para seguir recogiendo el grano.