Dígase lo que se diga, la campaña de José Antonio Meade, el candidato (pre) del PRI no prende y avanzan los días y comienza a desesperar a los tricolores que ven cómo se desvanecen las pocas esperanzas de mantener el poder en la Presidencia de la República, pero ¿cómo va a crecer el ex secretario de hacienda, si en lugar de acercarse simpatías, le restriega en la cara a los mexicanos el daño que sus decisiones le han causado a sus bolsillos?.
Así es mis queridos boes, lo discutía en las redes sociales con un buen grupo de amigos, pero creo que se ha discutido harto a lo largo de México: el tema de los gasolinazos y la paternidad de Meade y sus respuestas cuando toca el tema.
Y es que en una entrevista en la que un presentador le cuestiona si de llegar a la presidencia habría la posibilidad de bajar el precio de los combustibles, Meade defiende los altos costos como si fuera él y sólo él, el padre de los gasolinazos, lo que ha negado una y otra vez.
“No, no, no, yo creo que no, en México tenemos, como en cualquier otra parte del mundo diferentes fuentes de ingresos en lo fiscal, el IVA, el Impuesto Sobre la Renta, el Impuesto Especial sobre la Prestación de Servicios, dentro de los que están el de la gasolina, cualquiera que proponga bajar uno, tendría que explicar cómo lo va a compensar”, dijo
“Y lo que nosotros vemos en términos generales, es que la utilización de este impuesto es amplia, es genérica, se da en países que van desde Nicaragua, Guatemala, El Salvador, en el continente el que lo tiene más alto es Uruguay y por lo tanto cualquier esfuerzo que implique debilitar una de nuestras fuentes de ingresos tendría que venir acompañada de cómo aumentando otros”.
Cuando Meade contesta esto ¿qué pensarán sus publicistas?, ¿qué dirán los estrategas, esos que se han quemado las pestañas buscando cómo meterlo a la pelea sin éxito?, ¿qué le dirá Enrique Peña Nieto cuando lo escucha decir lo que transcribí?
Obviamente hay quienes defienden que Meade diga que no hay forma de bajar las gasolinas, unos cuantos priistas desde luego, pero aún estos entienden que en campaña el candidato tendría al menos que dar una esperanza a los posibles electores.
Y no estoy diciendo que Meade nos diga mentiras, pero cuando se trata de vender esperanza lo menos que se puede contestar en una situación de esas es decir por ejemplo: que se buscará la manera de apoyar a la economía popular, que habrá que buscar un mecanismo, que le preocupa la precaria situación económica de miles de hogares, pero que
trabajará por mejorar y muchas otras salidas que le permitirían no ser visto como “el orgulloso padre de los gasolinazos”.
Pero Meade no ha sido el único que se dispara al pie, porque en el caso de Andrés Manuel López Obrador hace lo mismo cuando ‘ataca’ o demerita la actuación de las Fuerzas Armadas, siendo estas instituciones las mejor evaluadas por los mexicanos.
“Informo que vamos a integrar a todas las fuerzas policíacas y militares del país en una sola corporación. Se va a crear una Guardia Nacional para garantizar la seguridad”, dijo apenas el jueves pasado, aunque antes había acusado a La Marina de matar jóvenes.
Echemos cuentas, en México hay por lo menos 270 mil efectivos militares y si contáramos a las familias, que generalmente se sienten orgullosas de sus soldados y marinos, entonces habría tal vez un millón de personas a las que las posturas anti castrenses del Peje significarían algo así como una mentada.
Claro que en MORENA no habría quién le diga a López Obrador que la riega cuando arremete contra los soldados, porque el tabasqueño es poco menos que un dictador en el partido de su propiedad, pero sea lo que sea, que le resta su animadversión a la milicia, no debemos dudarlo.
MANLIO, orden de aprehensión…
Anótelo, es muy probable que a la campaña güanga de Meade se le puede sumar muy pronto el escándalo que significaría una orden de aprehensión contra Manlio Fabio Beltrones.
Desde Chihuahua llega la versión de que al ex dirigente nacional del PRI le tienen lista no una sino hasta tres órdenes de aprehensión por peculado, tras las denuncias por el desvío de al menos 250 millones de pesos de dinero público a las campañas del 2016 cuando era dirigente nacional.
Y no es que Manlio sea cuate, promotor o mucho menos de Meade, pero es evidente que una acción legal contra él, hasta ahora intocable, ex gobernador de Sonora, además de salpicar a todos en el tricolor, evidenciaría aún más el enfrentamiento al más alto nivel que se traen los del PRI.
Gasolinazo tampiqueño…
Por cierto hablando de los gasolinazos, no son pocos los que al interior de la administración municipal de Tampico piensan que es hora de que el gasolinero favorito José Ángel García le regrese aunque sea un poco de lo mucho que ha ganado vendiéndole combustible o que se abra a una mejor oferta ese negociazo.
Y es que al priista, que estuvo a casi nada de ser candidato a la alcaldía, le compran al mes más o menos como 7 millones de pesos en gasolina y ni una rebaja le hace al municipio. Ahora habría que ver si con la liberación del precio es mejor comprarle a otro, como ya ocurre en la Comapa.
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