MÉXICO. Nicolás Maduro aceptó públicamente la candidatura del chavismo para reelegirse como presidente, una vez que la Asamblea Constituyente, que controlan sus partidarios, formulara públicamente un exhorto al Poder Electoral para organizar los comicios presidenciales en ese país antes del próximo 30 de abril.
A pesar de que la convocatoria, adelantada e inconsulta, parece haber dinamitado la mediación internacional, el presidente de Venezuela pidió al Consejo Nacional Electoral que convocara a estos comicios “lo más pronto posible. Si fuera por mí las hacemos el próximo domingo”.
De esta forma, después de múltiples especulaciones en torno a la existencia de otros aspirantes, que estarían movilizándose al interpretar la existencia de un malestar en contra de su gestión, Maduro se allana el camino para consolidar su liderazgo interno dentro del chavismo, aún con su débil posición en los estudios de opinión en cuanto a la valoración de su Gobierno.
Al dirigirse a sus seguidores, reunidos en la céntrica plaza O’Leary, en Caracas, Maduro afirmó que espera que los dirigentes opositores se animen a participar en el evento, y prometió “dar una gran batalla y lograr una gran victoria”.
“A la oposición yo le digo que no salga corriendo (…) los esperamos en las elecciones presidenciales. Los esperamos para que sea el pueblo quien decida”, dijo, aunque les advirtió que las elecciones irían “con o sin oposición”.
El dirigente chavista dijo de nuevo que tiene fe en el proceso de diálogo, aún a pesar de que el anuncio inconsulto del chavismo en torno a la cita electoral ha provocado la renuncia de la cancillería mexicana a continuar participando en aquella mediación, y ha producido un deterioro objetivo en el entorno de naciones que participan como promotores y garantes de aquellos encuentros. “Creo en el diálogo porque creo en la palabra, nosotros hemos acudido siempre porque yo soy el convocante de ese diálogo”.
El mandatario venezolano reunió a sus partidarios para conmemorar la celebración del 23 de enero, fecha cívica de enorme importancia en la Venezuela contemporánea, en la cual había quedado derrocada la última dictadura militar, en 1958, para dar paso a un régimen civil de Gobiernos democráticos. Ese mismo día 23, el chavismo, que tiene su propia interpretación de lo ocurrido en aquella fecha, tradicionalmente celebrada e invocada por la oposición, anunció la convocatoria a las elecciones presidenciales.
Maduro anunció que el próximo 4 de febrero –fecha del primer intento de golpe militar de Hugo Chávez en 1992- las organizaciones chavistas celebrarán un nuevo capítulo del “Congreso de la Patria”, con el objeto de definir los lineamientos generales del futuro Gobierno, que comenzará en 2018 y le corresponde concluir en 2025.