Con la mala noticia de que, según las encuestas, AMLO había subido otro cuatro por ciento en las preferencias electorales y ya le saca una ventaja de 33 puntos, el candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, realizó ayer una gira a Tamaulipas que, por más ruido que los organizadores le metieron a los eventos, no logró levantar el ánimo ni borrar el pesimismo que priva en las filas priístas.
En la breve estancia en Ciudad Victoria, sin embargo, el aspirante lanzó una pedrada al aire. Si los gobiernos son incapaces de garantizar la vida y el patrimonio de
los ciudadanos, algo están haciendo mal, dijo en alusión al asesinato del periodista Héctor González Antonio y de cuatro mujeres que pasaron a formar parte de la lista de daños
colaterales de la violencia criminal, problema que, más tarde en Altamira, se comprometió a resolver.
Blindaremos la frontera, expresó, para frenar la importación de armas e investigaremos todos los delitos. En Tampico, además, planteó la necesidad de concluir y modernizar las carreteras a Tuxpan y a San Luis Potosí, que son indispensables, argumentó, tanto para mejorar la conectividad del puerto como para favorecer el desarrollo turístico y energético de la zona.
El candidato a senador, Alejandro Guevara, que dio aquí la bienvenida al ex Secretario de Hacienda, llamó a razonar el voto y a no dejar que nadie los presione.
La realidad es que, en contraste con la alegría de la música que amenizó el mitin tampiqueño, la euforia de los días de gloria tricolor brillaron por su ausencia en el Auditorio Municipal y fueron sustituidos por expresiones desangeladas resultado del rechazo social en el que le ha tocado competir al Revolucionario Institucional y al primer candidato externo en la actual sucesión presidencial.
Con algunos chispazos aislados, como las bien organizadas y ejecutadas porras de los alrededor de tres mil personas que se congregaron en el local tributaron a la Magdalena Peraza Guerra cuando se anunció que la Maestra está segura de que se erigirá por tercera ocasión en presidente municipal.
Dieron fe del suceso, además de Magda, la aspirante al senado por la vía fácil de la representación proporcional, Paloma Guillén Vicente, la candidata a diputada de mayoría, Elvia Holguera Altamirano, el coordinador estatal de la campaña de Meade, Edgardo Melhem Salinas, el jerarca priísta Sergio Guajardo Maldonado y la diputada federal Monserrat Arcos Vázquez, entre otros personajes.
También fueron testigos mudos, las mantas de apoyo de lo que queda de las organizaciones del otrora arrollador corporativismo político en proceso de extinción, la Nueva CROC de Gregorio Pego, la CTM y su eterno dirigente, Edmundo García Román y la Sección 33 del Sindicato Petrolero, que en medio de la indignación social causada por la corrupción oficial, no pierden la esperanza de sobrevivir.
Como se esperaba, por otra parte, las mediciones del periódico Reforma confirmaron ayer que a López Obrador, que subió de 48 a 52 puntos, nadie lo alcanza, seguido de Ricardo Anaya, que perdió cuatro unidades y a un mes de la elección está 26 puntos abajo del Peje, y en el tercer lugar de la carrera a Los Pinos, Pepe Meade, con 19 por ciento de las simpatías populares.
En las campañas electorales locales, mientras tanto, el coordinador de los candidatos de MORENA en la segunda circunscripción territorial, Ricardo Monreal Ávila, vino ayer otra vez a la zona metropolitana a dos cosas, primero a darles un nuevo impulso a los aspirantes a diputados y alcaldes, segundo a supervisar la designación de representantes de casillas que se encargarán de cuidar el sufragio y prevenir que eventuales actos fraudulentos vayan a anular el respaldo ciudadano.
Por la mañana, acompañado del candidato a alcalde Adrián Oseguera Kernion, el zacatecano ofreció una conferencia de prensa en Ciudad Madero en la que denunció las amenazas de muerte contra algunos candidatos morenistas y por la tarde acompañó al aspirante al gobierno de Altamira, Armando Martínez Manríquez, dos prospectos que, a decir de los enterados, tienen posibilidades no únicamente de pelear al tú por tú sino incluso dar la sorpresa el primero de julio.
El candidato a diputado, Erasmo González Robledo, por su parte, divide el tiempo de las tareas proselitistas entre Altamira y la urbe petrolera. Por las mañanas recorre las calles junto al candidato Oseguera, y por la tarde, de Armando Martínez. El aspirante a legislador gestionaría ante las instancias federales los recursos necesarios para ayudar los actuales candidatos a cumplir sus propuestas.
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