Aunque el calendario electoral marca que las campañas terminan en una semana, la realidad es que en la práctica lo que legalmente se debe llamar campaña terminó hace muchos días, en lo que están hoy los partidos, los candidatos es en ver la forma de operar el día ‘D’, el operativo de la transa, la compra-venta de votos, la movilización ilegal, sin que el árbitro los cache.
Así es mis queridos boes, ya hace muchas jornadas que los partidos y los candidatos se dieron cuenta que los discursos dieron lo que pudieron, convencieron o no y el siguiente paso es asegurar votos para el domingo 1 de julio, a costa de lo que sea, a costa de la ley, a costa de la integridad, a costa del desarrollo democrático del país.
Hace unos días en el programa Café Expreso le dibujé al presidente del INE en Tamaulipas Manuel Trujillo el día ‘D’ de la elección y la costumbre de los partidos de violar la ley, la mayoría de las veces muy descarada y solo confirmó lo que todos sabemos, que están plagados de delitos electorales.
Porque le recordé que ese día habrá cientos, miles de ‘casas amigas’ a las que seguramente ya están convidados a almorzar miles de votantes con cargo al dinero sucio, ilegal, que llega a las campañas. Eso me confirmó, es un delito.
Pero después de darles el almuerzo seguro que les van a ofrecer o entregar un billete para que voten por el candidato que haya pagado el almuerzo. Otro delito.
Y hasta los van a llevar en taxi a los centros de votación y es muy posible que les exijan una fotografía de que votaron por el candidato o la candidata que pagó todo ese operativo. Varios delitos ahí, según me contestó.
Pues en esos preparativos están hoy los partidos, mientras que el árbitro electoral no tiene la capacidad suficiente para decretar ese día las casas amigas, los acarreos en taxi, la entrega de billetes.
Alguien me dirá: están preparando los cierres de campaña, nombre esos ya se tienen organizados desde antes, hoy, hoy, hoy los cerebros de los operadores de los partidos están haciendo cuentas, cambiando billetes, ordenando los menús: barbacoa para el norte y centro, tamales y mondongo para el sur.
Ahora están en la rebatinga por los taxis, porque no hay suficientes para el acarreo, porque hay candidatos que con mucho tiempo pactaron la operación y los tienen acaparados. Hoy se buscan hasta carros particulares, porque el chiste es sacar a votar a los suyos.
Y es que entre los candidatos y candidatas y sus operadores, se habla de que la operación del día ‘D’ puede ser incluso más importante que toda la campaña.
Por eso la labor de invitación a almorzar ha comenzado, el reparto del dinero para la barbacoa y el menudo ya circula entre los seccionales, modulares o jefes de manzana. Hoy ya se sabe qué taxi y qué taxista pasará por los acarreados de cada cuadra.
En los bunkers se hacen cuentas, se recuentan las listas de los convencidos y apalabrados para el almuerzo y el acarreo y en base a esas cuentas se ajusta, se aprieta o se dobletea la oferta por el voto.
Es la realidad de la democracia mexicana, ganarán en muchos casos los más corruptos, los más transas, aunque hay que reconocer que también habrá victorias decentes, porque entre el cochinero también hay gente honesta y que puede ganar sin ilegalidades, serán los menos.
Le decía a Trujillo en el programa, que hace cuatro años, en la anterior elección federal, hubo incluso hechos sospechosos que de ser ciertos pudieron haber cambiado el resultado de la elección.
Y me refería a algunos actos relacionados con violencia como ‘armada’, ‘actuada’ que obligó que a muy temprana hora se cerraran dizque por seguridad algunas casillas en el sur y cientos o miles de quedaron sin votar, porque había mucha movilización policiaca. Es también una ilegalidad dijo.
¿Entonces ni para qué ir a votar, si ganará el más corrupto?, claro que no, al contrario, creo que los ciudadanos debemos ser el frente contra aquel que ofrece el taxi, los mil pesos y el almuerzo a cambio del voto.
Porque ese día, ya comido, ya con el raid a la casilla, solos con la boleta podemos darle una bofetada a los compradores de conciencias y votar libremente.
De nosotros y solo de nosotros depende el resultado de la elección, será nuestra culpa padecer alcaldes tiranos, intolerantes, incapaces si atendemos a los corruptores, del partido que sea.
En Victoria, en Tampico, en Madero, en Matamoros, en Nuevo Laredo, en todos lados ya hemos tenido alcaldes poco menos que buenos para nada, a uno de ellos se le quedó el apodo de ‘el menso’ por ejemplo en la capital, tratemos pues que no nos vuelva a suceder, hagamos lo mismo con la elección federal, no mandemos al Congreso a monigotes que no vuelven a sus distritos o que se la pasarán de viaje como Cavazos Lerma… iniciemos pues la reflexión.
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