CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En la última década las grandes obras públicas federales para Tamaulipas han quedado en anuncio o sufrieron recortes en sus recursos, y las pocas que se concluyeron, como el nuevo Hospital General de Tampico, han quedado plagadas de irregularidades.
Obras comprometidas por el presidente Enrique Peña Nieto como modernizar la carretera Tampico – Ciudad Victoria, consolidar el desarrollo y operación del puerto de Matamoros, poner en marcha el aeropuerto de carga de Nuevo Laredo, construir el acuaférico y la segunda línea del acueducto Guadalupe Victoria, o rehabilitar y modernizar los distritos de riego del estado, no se realizaron, no han concluido o no se construirán.
A la fecha la carretera Tampico Victoria no ha sido concluida en su totalidad, mientras que el Puerto de Matamoros, la última noticia es que podría comenzar a funcionar en el 2020, mientras que el Aeropuerto de Carga de Nuevo Laredo nunca punto aterrizar.
Al término del sexenio el Acuaférico de Victoria funciona parcialmente, mientras que la segunda línea del Acueducto Guadalupe Victoria se secó cuando la Comisión Nacional del Agua decidió quitarle los fondos para apoyar proyectos en otras entidades.
La obra complementaria de la segunda línea de Acueducto Guadalupe Victoria que requería de una inversión de 990 millones de pesos no se realizó, porque según la Comisión Nacional del Agua, en 2014, Victoria tenía “otras fuentes” para conseguir el abasto de agua, lo cual en los años siguientes no ha ocurrido.
La Rehabilitación de Distritos de Riego no ha concluido, pese a que el proyecto inicial se recortó a menos de la cuarta parte de su tamaño original y si el nuevo Hospital General Carlos Canseco de Tampico ya está inaugurado, también está en un proceso de sanciones por gastos no hechos o mal aplicados, descubierto por la Auditoría Superior de la Federación.
Por ejemplo, en el almacén general del Hospital “Dr. Carlos Canseco” había miles de equipos médicos con valor de 67 millones sin ser utilizados para los fines que fueron financiados, existen 151 procedimientos de aclaración y 140 recomendaciones de la ASF.
La lista de las obras necesarias para Tamaulipas que la Federación nunca quiso apoyar, pero también impidió son muchas e incluyen obras urgentes de agua potable, hospitales, carreteras y hasta un penal.
Un ejemplo es el proyecto Falcón-Matamoros que construiría un ducto de agua potable desde la presa Falcón hasta Matamoros, con la que se permitiría eficientizar el uso del agua, otorgando a la agricultura aguas residuales.
Otro caso es la Presa El Vertedero, que además de acabar con las inundaciones en la zona conurbada de Tampico, Madero, Altamira, en tiempos de lluvia, almacenaría agua para los tiempos de estiaje.
Otro caso son el llamado Costa Lora, un Proyecto Integral en La Pesca, Municipio de Soto la Marina o la carretera El Mante-Ocampo-Tula, o el Parque Eólico Los Vergeles, además de la falta de apoyo federal, se toparon con graves problemas de inseguridad.
“OYE BARTOLA…”
De 2008 a 2018 el llamado “Gasto Federalizado de Provisiones Salariales y Económicas y Otros Subsidios” para Tamaulipas ha sufrido una sería caída y tuvieron un crecimiento nominal de 13 mil 64 millones a 16 mil 461, un 26 por ciento, en once ejercicios en los que la inflación creció casi 53 por ciento, es decir, el doble.
Si el gasto federalizado hubiera crecido en Tamaulipas solamente al nivel de la inflación, para 2018 se debieran haber recibido 19 mil 888 millones de pesos, o tres mil 527 millones de pesos más que los presupuestados.
Según la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) entre 2014 y 2016 la obra publica en todo el país sufrió un fuerte retraso y Tamaulipas no es la excepción, pues, por ejemplo, la última carretera nueva se inauguró en 2004, hace 14 años.
Lo mismo ha pasado con los grandes hospitales, las nuevas universidades, las grandes obras de agua potable, las carreteras y los programas de saneamiento, mientras que la urgente necesidad de un nuevo Centro Penitenciario aún es una obra en proceso.
En un estudio, la CMIC señaló que los proyectos no concluidos ya están “representando un lastre en la dinámica de crecimiento de la industria de la construcción”.
En 2006 el Congreso de la Unión y la Secretaría de Hacienda frenaron los intentos de varias entidades federativas, incluida Tamaulipas para bursatilizar la obra pública para poder incrementar los presupuestos y las acciones, alegando que no tenían facultades.
Salud y seguridad sujetos a tijeretazos
Pero no solamente la obra pública ha tenido presupuestos federales más recortados año con año, también la seguridad pública y la salud.