TAMPICO, Tamaulipas.- La crisis parece no tener fin: después de un año y dos meses de que fue parada la producción de la Refinería Madero, esta sigue sin producir un sólo barril de gasolinas.
Esto ha generado que el país importe el 80% de las gasolinas que consume, ya que al igual que esta Refinería existen otras como la de Minatitlán y Salina Cruz que han tenido deterioros en su nivel de producción.
En medio de esta profunda crisis, Andrés Manuel López Obrador ofrece una inversión millonaria para evitar que Pemex avance hacia la quiebra, pero los especialistas cuestionan la eficacia de un plan que pareciera apostar a fórmulas desgastadas.
Durante la reunión de la Comisión Nacional de Gobernadores, el presidente le aseguró al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca que la refinería Francisco I. Madero recibirá una inversión millonaria para reactivarla.
Poco antes, el mandatario había anunciado que se inyectarían por lo menos 4 mil millones de pesos a la planta refinadora que en sus mejores tiempos empleó a miles de tamaulipecos.
La Refinería tiene una capacidad de producción de 190 mil barriles diarios, en 2018 la producción fue nula pero este declive no es reciente, sino que se viene arrastrando de años atrás.
En agosto de 2006 tuvo su pico más alto de producción con 193.659 mil barriles producidos, esto hace 12 años, fue en abril de 2016 cuando produjo 113.746 mil es de barriles diarios, sería la última vez que produjo por encima de los 100 mil barriles, en el mes siguiente en mayo de 2016 cuando su producción estaba ya por debajo de los 100 mil, con 86.821 mbd, es decir que ya tiene 2 años 7 meses que ha ido a la baja la producción.
En 2016 la refinería mostró una caída en su producción del 37% anual, y en 2017 fue de 97%.
Al cierre del 2016 la producción era de 80.050 mbd, y en diciembre de 2017 era de 1.852 mbd.
El paro de la producción fue a principios de septiembre de 2017, desde ese entonces la Refineria no ha producido, generando pérdidas económicas en 2018, ya que además de estar sin producir, es decir sin generar ingresos, se tienen que cubrir los salarios de los 7 mil trabajadores que ahí laboran.
En el informe anual de Pemex detalla que el deterioro neto que se produjo en Refinería Madero fue de 8 mil 480 millones de pesos.
Pemex reveló que el deterioro fue debido a un aumento en la cuota de precios en venta de los productos por las tarifas de transporte, un incremento en el procesamiento de gas húmedo debido a mayores importaciones de este producto y la redistribución de la oferta por parte de Pemex Exploración y el incremento de los precios de los productos como resultado de su liberación en 2017.
Así como por el aumento en los gastos de mantenimiento en la línea de refinados, la apreciación del peso contra el dólar que pasó de $20.66 en diciembre de 2016 a $19.78 en diciembre de 2017 y que en diciembre de 2018 se encuentra $20.28.
Cabe recordar que la inversión aplicada en el mantenimiento de la Refinería Madero fue de 3 mil millones de pesos, por parte de las empresas ICA Fluor, Sipem con su filial Si Mexicana, Aztco, y Proyecta Industrial.
De acuerdo con el Sindicato Petrolero la meta para esta refinería es alcanzar los 140 mil barriles diarios, también reconocieron que la falla ha sido en irregularidades como que entran a operación sin sus equipos desfogue, bombas de relevo, por lo que el trabajo ha sido intermitente.
El propio ex director de Pemex, Carlos Treviño, en entrevistas con medios nacionales reconoció que estos retrasos los atribuyen a problemas con el arranque en la Refinería Madero, debido a problemas técnicos y operativos.
“Estamos en una etapa de mantenimiento con algún desfase y nos pondremos al corriente en los próximos meses estaremos planeando una reactivación, ya que en este momento no hay producción y está parada, no se está produciendo”, declaró Martín Rodríguez, gerente de Refinería Madero, en una rueda de prensa este año.
El funcionario argumentó que este retraso en el inicio de operaciones de la Refinería se debe a que no se compraron catalizadores y hubo un retraso en reparaciones de plantas. “Fue un desfasamiento, hasta el momento el presupuesto es el mismo y no se ha incrementado, estimamos que tardará 2 meses para que se pueda poner a trabajar la refinería”.
Por su parte, Adrián Oseguera, alcalde de Madero, declaró que el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a reactivar la Refinería e invertir 4 mil millones de pesos para la remodelación.
Reconfiguraciones
pasadas
Ya con la inversión anunciada por el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, la Refineria Madero tendría su segunda reconfiguración, la primera fue en la época de Vicente Fox cuando (2002) se llenó la zona sur de coreanos de la empresa Pemopro.
En ese tiempo la empresa Pemopro llevó a cabo los trabajos de la reconfiguración, el gobierno pagó 1,200 millones de dólares, sin que haya dado resultados los trabajos de reconfiguración ya que la Refinería continuó presentando accidentes y eventos debido a la inseguridad propia de sus instalaciones.
La segunda reconfiguración vendrá en 2019 como se anunció, antes en 2017 se dio el paro por mantenimiento donde gastaron 3 mil millones de pesos, para el siguiente año se contemplan 4 mil millones de pesos para una segunda reconfiguración.
Refinerías en México, rezagadas
El planteamiento del gobierno federal de dejar de importar petróleo y producir el de México, será complicado sino se cumplen ciertos requisitos como el modificar las refinerías para crudo pesado que hay en México, explico José Ángel García, vicepresidente de Energía en la ONEXPO.
“Es un planteamiento muy importante por parte del gobierno entrante, una refinería es relevante para poder aprovechar el petróleo que tenemos en el país y reactivar las refinerías que se tienen, donde las 6 están en sus peores niveles de producción, es importante pero hay que considerar ciertos puntos para tener un horizonte en la refinación del producto”.
Añadió que estas seis refinerías están preparadas para refinar el petróleo ligero pero el de México es crudo pesado.
“Entonces eso nos hará que sigamos importando petróleo ligero para aprovechar la capacidad de las Refinerías o bien habrá que adaptarlas para usar la producción nacional de petróleo pesado, pero eso es mucha inversión”.
García Elizondo, mencionó que la nueva Refinería se llevará entre 5 y 6 años en poderse poner en producción.
De acuerdo con lo presentado por Rocio Nahle , Secretaria de Energía esa nueva refinería tendrá un costo de 6 mil millones de dólares.
“De aquí a ese tiempo la prioridad debe ser poder crear infraestructura de almacenamiento para poder ofrecer la garantía de suministro en cada uno de los rincones del país”, dijo José Ángel García.
Resaltó que el proyecto es viable siempre y cuando las refinerías tengan la tecnología para poder procesar petróleo pesado, los cual consideró una inversión importante.
“Se necesitan volver a tener ingresos petroleros, y si ya no quieren venderlo al extranjero y lo quieren aprovechar en las refinerías mexicanas, pero si hay excedente es importante acceder a esos ingresos adicionales”, remarcó el empresario.
La gran apuesta de López Obrador
Agencias
Durante su campaña, Andrés Manuel López Obrador se aferró a un dato: durante 14 años la producción de crudo de México ha ido en declive —actualmente es de 1,7 millones de barriles diarios, cuando en 2004 era de 3,3 millones de unidades al día—.
Y por ello planea rescatar la compañía que llegó a ser sostén de la economía mexicana, pero su apuesta genera dudas e incertidumbre en México, ante el temor de algunos sectores de volver al modelo del pasado: una industria energética que gira en torno a la petrolera estatal.
Pemex ha luchado en el último año para recuperarse de su descalabro financiero de 2017 cuando perdió 16.300 millones de dólares, un 74% más que en 2016, y alcanzó una deuda financiera total de 105.000 millones de dólares. Los males de la petrolera se han vuelto crónicos: menos inversión, altas cargas fiscales y la caída global de los precios del crudo. “La situación financiera de Pemex se ha agravado en los últimos años debido a la reducción significativa de sus ingresos ocasionada por la caída en los precios internacionales del petróleo y las reducciones de las plataformas nacionales de producción y exportación del hidrocarburo”, apunta el estudio Reforma energética: balance de cierre a 2018, del Instituto Belisario Domínguez, perteneciente el Senado mexicano.
En octubre, la agencia Fitch Ratings cambió de estable a negativa la perspectiva de calificación de la firma ante la incertidumbre por la estrategia comercial de la petrolera. López Obrador ha dado algunas pistas, en los últimos días, de hacia dónde quiere llevar a la empresa estatal. “Se nos está cayendo la producción petrolera, vamos a intervenir.
Pemex va a manejar ahora más inversión y ya en unos días más vamos a iniciar la perforación de nuevos pozos petroleros y la intervención de pozos que están declinando en producción pero que se van a reactivar”, ha dicho.
El planteamiento del presidente mexicano se remonta a la época dorada de la firma en la década de los años 80: poner a toda marcha la maquinaria estatal petrolera. Este domingo anunciará un plan de refino para insistir en la construcción de una planta en el Estado de Tabasco, para reducir la importación de combustibles, que al cierre de 2017 representó el 68%.
López Obrador ha sido históricamente un opositor a la reforma energética que supone la apertura del mercado energético a la inversión privada. Su visión se contrapone a la de su antecesor.
Peña Nieto comenzó un proceso en el que las petroleras de diferentes países accedieron a 111 contratos para explorar y explotar yacimientos en las cuencas petroleras, al mismo tiempo que disminuyó el papel de Pemex en la escena energética. Para resistir la caída, la petrolera ha echado mano de las exportaciones, principalmente, hacia Estados Unidos (66%) y Europa (13%).
El declive de la extracción de crudo de los yacimientos de Ku Maloob Zaap y Cantarell, los más abundantes de México, también ha abonado a su deterioro.
El nuevo presidente mexicano ha anunciado esta semana que en los próximos días pondrá en marcha el proceso de extracción de 10 pozos en el Estado de Campeche, a cargo de Pemex.