* El columnista es autor de las novelas “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo” y Premio Nacional de Periodismo 2016.
La educación popular, laica y gratuita fue severamente dañada por el neoliberalismo, a pesar de que algunos ex presidentes de la época egresaron de instituciones públicas.
Tales fueron Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo (con Z plis corrector).
Los gobiernos relativos a dichos tiempos fueron poblados de funcionarios conservadores, entreguistas, antinacionalistas, siempre con los oídos prestos a las consignas del Fondo Monetario Internacional.
En este sentido destacaron muchos egresados del ITAM (Instituto Nacional Autónomo de México), creado en 1946 por Raúl Bailleres Chávez, empresario dedicado a actividades mineras, cerveceras y tiendas “de alto rendimiento” como “El Palacio de Hierro”.
Entre los objetivos del ITAM (organismo privado), está “contribuir a la formación integral de la persona y al desarrollo de una sociedad más libre, más justa y más próspera”.
Lo cual es bueno de toda bondad, siempre y cuando se refleje en la práctica, lo cual aquí no vamos a discutir.
Lo que sí vamos a mencionar es que diversos ex funcionarios pasaron por el ITAM y no dejaron precisamente, gratos recuerdos en la administración pública.
Por ejemplo, entre los que ahora mismo se les menciona como dañinos a la CFE y la nación, se encuentran: Pedro Aspe Armella, Jesús Reyes Heroles Garza-González y Luis Tellez Kuenzler, entre otros.
Algunos más ex funcionarios casi siempre relacionados con las finanzas nacionales, son: Miguel Mancera Aguayo, Francisco Gil Díaz, Gustavo Petriccioli Iturbide, Ernesto Cordero Arroyo, José Antonio Meade Kuribreña, Diódoro Carrasco Altamirano, Agustín Carstens y Luis Videgaray.
Viene a cuento la referencia, toda vez que este jueves AMLO mencionó la marginación de que ha sido objeto la UNAM respecto del gobierno federal, privilegiándose por otra parte, a los que transcurrieron por instituciones privadas, quienes por la misma razón, mantienen convicciones sociales y económicas alejadas de la realidad nacional y aun contra el fortalecimiento de la conciencia social. (Como que no convenía al sistema).
El asunto es que durante los últimos seis sexenios, la UNAM casi no fue tomada en cuenta para participar en la administración pública.
A pesar ya le digo, de De la Madrid y Salinas de Gortari. O de Zedillo (con Z plis), egresado del IPN cuyos estudios fueron costeados también por el gobierno.
Usted dirá que a pesar de todo, dos ex rectores de la UNAM formaron parte de la administración federal en distintas épocas dentro del neoliberalismo, y tiene razón.
Ellos fueron Juan Ramón de la Fuente y José Narro Robles, ambos ex secretarios de Salud. El primero, rescatado ahora por AMLO, nombrándolo embajador ante la ONU.
El segundo, convencido priista que hasta compitió por la candidatura presidencial.
¡DURO CONTRA LA EDUCACIÓN PÚBLICA!
Quedamos en que el neoliberalismo le tupió duro a la educación pública, gratuita y laica.
Para empezar domesticó al SNTE y cuando su lideresa criticó en parte a la “reforma”, fue puesta tras las rejas.
Pero más que eso, fue la represión aplicada en distintas formas contra la base magisterial. Especialmente contra la CNTE a la que no quedó más remedio que mostrarse en rebeldía que condujo al encarcelamiento de algunos de sus líderes. (Presos políticos, liberados ahora gracias al nuevo concepto de justicia enaltecido por régimen de AMLO, como lo han sido otros activistas sociales).
El magisterio fue reprimido también por la necesidad de sobrevivir. Se les condicionó y puso en duda su trabajo, sometiéndolo a humillantes evaluaciones, como si no fuera suficiente su agotadora tarea en condiciones de indigencia por mísero salario y carencia de materiales y aulas adecuadas.
Mientras el SNTE, bajo un liderazgo de carnaval encabezado por Juan Díaz de la Torre, aplaudía con la satisfacción de la complicidad cumplida.
“Pero eso se acabó”, ha dicho AMLO. Y los maestros esperan que así sea, pronto y de una vez por todas.
El atentado contra la educación popular aun se refleja en los libros de texto gratuitos que serán renovados hasta el próximo ciclo. Y es que el neoliberalismo iba también sobre la conciencia infantil anteponiendo a líderes de pacotilla sobre los auténticos y sacrificados próceres del nacionalismo, además de tergiversar hechos históricos de sublime relevancia.
Y eso, señoras, señores, es una perversidad de gravísimas consecuencias emocionales.
Ahora Juárez y la Reforma viven, para gracia de la república y desgracia de los conservadores imperiales y neo porfiristas.
¡Ah, bruto!.
SUCEDE QUE
La política se enaltece y adquiere valor en cuanto es positiva a la sociedad. De ahí que el desfile de presuntos candidatos a integrar la próxima legislatura local, se haya convertido en una procesión atestiguada por el silencio de los inocentes.
¿A quién importan?. O mejor dicho, ¿pa’ que sirven los diputados?.
Y hasta la próxima.