El término Sororidad, no es moda, es una palabra acuñada desde el primer cuarto del siglo XX, se refiere a la solidaridad entre individuos, ahora lo han puesto en boca de todos los colectivos de mujeres que pugnan por la equidad de género en el planeta, pero desde hace más de cuatro décadas, periodistas de España y México, han desarrollado estudios sobre la desigualdad social por condición de género, en muchos análisis se refleja que la mujer tiene su competencia más feroz en sus pares, mujeres de misma profesión, nivel económico, académico, cultural o social.
Sororidad y sororas, son vocablos que movimientos feministas están arraigando en la sociedad actual, también aplica en sororidad masculina, en los noventas la académica, escritora y antropóloga mexicana MARCELA LAGARDE socializa la palabra a través de sus textos, también fue la primera en acuñar el término “feminicidio” para visibilizar a las muertas de Juárez, al hablar de violencia hacia la mujer, el referente nos lleva a las agresiones de masculinos a femeninos, pero en muchas ocasiones las agresiones verbales, psicológicas, emocionales y hasta económicas, se dan de mujer a mujer.
En la actualidad, ya con el termino más visibilizado se trabaja en colectivos e instituciones en fomentar el compañerismo, la empatía y buena voluntad entre mujeres, en los distintos extractos sociales, resulta importante entonces que el Instituto de la Mujer Tamaulipeca y el Congreso de Tamaulipas hagan mancuerna para crear conciencia sobre tipos de violencia y la importancia de la sororidad entre mujeres.
El legislativo local cuenta con una Unidad de Género, para fomentar igualdad de oportunidades y mantener un ambiente de trabajo armonioso y libre de violencia, son reiterados los talleres y cursos de capacitación que aquí realizan para tratar estos temas, otras oficinas públicas también hacen lo propio, ahora por ley deben atender las políticas públicas con enfoque de género.
Sin embargo, lo que se haga desde la participación civil por mejorar el entorno es trascendental en esta época donde la sociedad más activa se refleja más divida, motivo de desencuentros sobran: ideologías políticas, religión, cultura, tradición, formación académica y cívica, al calor de las redes sociales las manifestaciones encontradas suben de tono y las agresiones también, de mujer a mujer, de hombres contra mujeres y viceversa, muchas veces se ataca, sin mucho distinción de género solo por incompatibilidad de ideas, de ahí la importancia de reflexionar sobre la sororidad humanista, el respeto, la tolerancia y la solidaridad entre todos, solo por ser humanos.
Sin distinciones de apariencia, vestimenta o pensamiento, todos sororos, todos iguales, y tiene que ser desde el lado ciudadano porque desde la gobernanza no se está avanzando mucho, este fin de semana la ONU urgió al gobierno de nuestro país a pasar de los anuncios publicitarios a la acción en la aplicación de políticas públicas de beneficio común.
En Boca Cerrada
En la congregación priista organizada por MORENA en esta capital, resultó el presagio del slogan del PRI Tamaulipas, esos que nunca se rajan y que piden que no los den por muertos, reaparecieron los viejos políticos, esa fue la nota y les hicieron el feo pues se metieron como la humedad, en medio de los que sí han pagados su cuotas al partido del presidente, la cordialidad se rompió por la congruencia de algunos militantes morenistas que exigen que los aparecidos, ahora con sus cabecitas blancas, tengan tantita vergüenza y no les echen a perder su labor, el enviado nacional, aguanto estóico y las luminarias de la tardeada se placearon dando entrevistas. Eso es tener tacto y precisión, para iniciar con el pie izquierdo.