* El columnista es autor de las novelas “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo” y Premio Nacional de Periodismo 2016
Lo fundamental para el PRI es sobrevivir. Y no podrá lograrlo por su propio esfuerzo, a pesar de las gubernaturas que mantiene y que, dadas las circunstancias no significan gran cosa.
Los priistas saben negociar. Lo han hecho desde siempre y hasta antes de julio anterior, salieron más o menos librados, incluso durante los regímenes de Fox y Calderón.
El único error fue ignorar, o despreciar mejor dicho, a la inteligencia social. Esa que finalmente cobró las cuentas pendientes.
Al PRI la costumbre del poder lo perdió, hasta caer en los excesos que ahora pareciera reconocer. Haga de cuenta que se encuentra el período de rehabilitación después de transcurrir por larga pesadilla de adicciones. ¡Y qué adicciones!.
Busca salvación, sin importar mucho las formas sino el resultado.
De manera que la salvación del PRI no está hacia el interior, sino en el exterior. Es decir, en alianzas con otras organizaciones que circunstancialmente le puedan tender la mano.
Y la alianza más factible es con MORENA. Y no tiene otro remedio que procurarla.
Una posibilidad es el apoyo a la Guardia Nacional. Y la oportunidad ahora mismo, está en el congreso donde la representación tricolor buscará, o provocará, coincidencias que le permitan jugar un papel decoroso en el acuerdo final.
El PRI entonces, tiene urgencia de buscar y encontrar aliados que le ayuden a sobrevivir.
Por ello no es coincidencia que los gobernadores del tricolor determinaran apoyar la iniciativa a la creación de la GN. Les conviene, importa y significa la puerta de entrada al proyecto mayor de MORENA.
Cierto, en el senado existe alguna oposición encabezada por Osorio Chong que al final de cuentas será superada. Porque si alguien sabe negociar es el ex secretario de Gobernación y nadie mejor para entender el riesgo en que se encuentra su partido.
Y es el riesgo real de desaparecer ante el rechazo de la república que lo que menos desea, es el retorno del PRI. Y esto también lo saben los priistas de linaje, como Beltrones o René Juárez Cisneros.
Lo fundamental es salvar al PRI y para lograrlo seguro estarán dispuestos a cruzar las hogueras del infierno.
Los viejos priistas saben que los tiempos no les favorecen, pero existe suficiente disciplina para esperar hasta fortalecer sus trincheras. No es la primera vez y quizá no sea la última, aunque en esta ocasión están al pié del patíbulo, sea con la soga al cuello.
Y ni modo que sea invento
¿SOLO DERECHA E IZQUIERDA?
Por otra parte, pudiera suceder que la república quedase divida en derecha e izquierda, sin cabida para un partido del centro, como es el PRI.
Pudiera suceder, no olvidéis que la política es veleidosa.
En este sentido debemos considerar que histórica e ideológicamente, los priistas están más cerca de MORENA que de cualquier otra organización, por lo que no se requiere de mucha ciencia para suponer que finalmente el partido de AMLO resultará favorecido con mayor militancia que, aunque ahora ni la necesita, nunca estará de más.
En obediencia a dicha posibilidad, es significativo que muchos de los más destacados priistas resuelvan unirse a MORENA en diversas partes del país, anticipándose de alguna manera al futuro inminente.
El ejemplo de Tamaulipas es representativo de este fenómeno de migración no observada en la historia política reciente del país, que dicho sea, no es cuantificada todavía con la importancia que merece.
El PRI podría desaparecer en un futuro no muy lejano si es que no logra aliarse con MORENA en los proyectos más importantes para la república. Es una verdad avalada por la fuerza electoral.
Y no podría adherirse a la derecha. Ni permanecer en el centro porque sería su autodestrucción. Solo queda recurrir a su historia, principios y a los ideales que permitieron su fundación.
Aunque antes tendrá que pagar el tributo mayor al desconocer (y condenar si es posible), a quienes hicieron el daño moral que padece y por el cual se ganó el rechazo popular, quizá para siempre. Y entre ellos cuando menos están cuatro ex presidentes de la república.
Pudiera ser buen intento para lograr aunque sea en parte, la reconciliación con los votantes que en julio lo repudiaron. Digo yo.
SUCEDE QUE
En MORENA son normales las largas filas en busca de candidaturas para el congreso local. Ya sabéis aquello de que “al nopal solo se le acercan cuando tiene tunas”. U lo que es lo mismo: el camino hacia el infierno está plagado de oportunistas, gambusinos y aventureros…con sus muy dignas, pero muy dignas excepciones.
Y hasta la próxima.