La gasolina esta por las nubes. Sin duda quienes poseen un coche y tienen que dar varias vueltas durante el día lo resienten en sus bolsillos. Cada vez es mas difícil hacer rendir la ‘gota’ pues para acabarla de amolar el trafico en la ciudad es desquiciante por la exagerada cantidad de carros, carritos, carrotes, trocas y micros que vuelven lentos los traslados aumentando así el consumo de combustible.
Esta problemática ha orillado a los ciudadanos a optar por una alternativa que desde hace años adoptaron los países asiáticos: transportarse en motocicletas.
En nuestro país es sencillo adquirir una motocicleta, especialmente las de fabricación china. Es muy conocida la imagen de la mueblería de los “abonos chiquitos” ofreciendo sobre la acera un montón de motocicletas para trabajo, motonetas, tipo Chopper, deportivas etc.
Pero también varias cadenas de tiendas de autoservicio las ofertan.
Existe otra cuestión que las hace muy atractivas: los derechos vehiculares que se pagan por ellas son menos costosos que los que exige cualquier otra unidad motriz.
Cierto es que el riesgo al conducir en dos ruedas es mayor, pero también es verdad que la pericia de quien las maneja y el respeto al reglamento de tránsito ayudarán a reducir la probabilidad de sufrir un percance vial.
Aunado a esto el uso del casco es sumamente importante (no usarlo incrementa siete veces la probabilidad de lesiones fatales al sufrir un accidente)
Todo lo anterior genera un balance positivo a la hora de decidirse a comprar una motocicleta de baja cilindrada como estas.
Actualmente la marca mas popular en venta de motocicletas de fabricación china es Italika, pero existen en el mercadol otras como Kurazai, Vento, Bajaj, Keeway e incluso Carabela.
Sin embargo cualquier marca de motos podría incementar sus ventas si localmente posee centros de servicio autorizados con refacciones y motopartes disponibles.
En Ciudad Victoria hay solo un establecimiento que da mantenimiento y servicio por medio de garantías a poseedores de motocicletas Italika, lo cual genera una oferta de servicios por parte de pequeños y medianos talleres en toda la mancha urbana.
Incluso para muchos motociclistas les resulta mas seguro acudir con su mecánico de confianza a realizar reparaciones, mantenimiento y personalización de sus unidades de dos ruedas.
Una ventaja de las motos de esta marca es que a pesar de tener mas de 70 modelos distintos, los motores que usa en sus unidades son muy similares, lo cual simplifica a los mecánicos conocer y repararlas de manera sencilla y relativamente rápido. Incluso en algunos casos los motores son idénticos o casi iguales a los de otras marcas.
Edwin es un joven empresario y mecánico de motos. A sus 24 años de edad se ha encargado de absorber todo el conocimiento posible en el mantenimiento y reparación de estos vehículos de dos ruedas.
Aunque el aprendizaje fue lento este rollo lo sedujo por completo.
Así pues, desde su temprana adolescencia sintió el llamado de las motos y no solo aprendió a conducirlas (ya ni lleva la cuenta de cuantas caídas ha tenido, pero para el no hay raspón que no cicatrice con un poco de sávila y agua oxigenada) también a comprender su funcionamiento e identificar cada una de las fallas que suelen presentar. Trabajó desde muy chavo en un lugar y otro hasta estar listo para aventarse sus primeros jales por su cuenta. Al principio con el mínimo de herramienta pero con mucha ambición empezó a publicitarse en redes sociales para hacer chambas a domicilio. Ya cuando tuvo una pequeña cartera de clientes se aventó a alquilar un modesto local y poco a poco se va abriendo paso.
Para este joven mecánico la principal ventaja de estas motos es que encuentra todas las piezas necesarias para su reparación y a un precio relativamente bajo comparado con motos japonesas, brasileñas americanas, europeas etc.
“Tanto en el sistema eléctrico, motor, suspensión y partes es sencillo conseguir cada pieza, aquí en Victoria hay bastantes negocios y si no hay en una, hay en otra” Dice Edwin mientras lija un par de válvulas para ‘sentarlas’.
En el universo de motocicletas hay de todos tipos y tamaños. En esta clase en particular se manejan motores de baja cilindrada (90 centímetros cúbicos hasta 250) lo cuales no desarrollan velocidades muy altas (máximo 120 km/h) pero son muy económicos en cuanto a consumo de combustible (en modelos de trabajo su rendimiento de combustible llega hasta 38 kilómetros recorridos por cada litro de gasolina) lo cual las hace ideales para su uso en la ciudad.
El Caminante visitó una tienda de refacciones y al llegar el colorido y surtido de las motopartes es impresionante.
La persona a cargo del mostrador asegura sin dudas que existe suficiente oferta de piezas para satisfacer las necesidades de la ciudad “No se batalla en realidad para conseguirlas, tenemos de todo” afirma convencido.
El comerciante cuenta que las refacciones que más demanda tienen son las de desgaste como llantas
cámaras, balatas, así como cables y chicotes de freno, velocidades, de clutch, velocímetros y foquitos, luces, puños y acelerador entre otros. También animó a los lectores a no tenerle miedo a las motos chinas, púes aunque la creencia de que todo lo fabricado en ese país suele ser ‘chafa’ la verdad es que una motocicleta de este tipo va a durar y será tan eficiente como el mantenimiento y el uso que se le dé.
En esto último concuerdan los negocios que responden a las garantías de fábrica que se otorgan al comprarlas.
Un Centro de servicio autorizado de este marca comparte la misma opinión. De hecho al comprar una moto de esta marca (y similares) el manual dicta que los primeros meses o 3 mil kilómetros de recorrido se debe usar el vehículo a una velocidad no mayor de 60 km/h, pues el motor recién salido de fabrica puede generar en su interior rebabas por la friccion entre dos piezas nuevas.
Por eso es muy recomendable realizar los servicios puntualmente. Otro factor que influye mucho es el uso que se le dá a la moto. “Nunca será igual el trato que le de un particular que solo la usa para trasladarse a su trabajo que la ‘chinga’ que se le aplique en un negocio con reparto a domicilio (pizzerías, refaccionarias, etc)”(ya ni lleva la cuenta de cuantas caídas ha tenido, pero para el no hay raspón que no cicatrice con un poco de sávila y agua oxigenada) explicó el encargado de uno de estos centros al Caminante.
Es importante considerar todos estos aspectos a la hora de comprar una moto. No solo para garantizar que la inversión sea costeable, sino además para circular ahorrando gasolina y disfrutando del paseo de manera segura. De esta forma será mas gratificante probar la libertad que ofrece el universo de las motocicletas. Demasiada pata de perro por esta semana.




