AUSTRALIA. El país está en guerra… con los gatos salvajes. Para el 2020, el gobierno quiere matar a dos millones de gatos que vagan libres por su territorio, una gran porción del total de la población de salvajes que, se estima, está entre 2 y 6 millones.
En algunas áreas en Australia han ido incluso más lejos. En Queensland, hay incluso un consejo que ofrece una recompensa de US $7 por cada pelaje de gato salvaje, lo cual ha sido duramente criticado y tildado como “cruel” por Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA).
No obstante, el problema no es exclusivo de Australia. En Nueva Zelandia, país vecino, un prominente medioambientalista ha propuesto un futuro “libre de gatos”, tanto con los domésticos como con los salvajes siendo controlados o sacrificados.
Entonces, ¿por qué odian tanto a los gatos?
Gatos asesinos
La respuesta es simple: los gatos, especialmente los salvajes, son asesinos.
Se cree que el primer gato que habría llegado a Australia lo hizo en algún punto del siglo XVII. Desde entonces, el número se ha disparado, con una población que hoy se estima cubre el 99,8% del país.
Mientras los gatos salvajes pertenecen a la misma especia que los gatos domésticos, los salvajes viven en la intemperie donde son forzados a cazar para sobrevivir.
Desde que fueron introducidos por colonos europeos, los gatos salvajes han llevado a un estimado de 20 especies a la extinción, aseguró Gregory Andrews, comisionado nacional de especies amenazadas al Sydney Morning Herald. De acuerdo al experto, esto hace que los gatos salvajes sean la amenaza individual más grande para las especies nativas australianas.
Y eso es significante en el país, una nación isleña que fue separada del resto del mundo por cientos de años. Hoy se estima que un 80% de los mamíferos y un 45% de las aves no pueden ser encontrados en ninguna otro hábitat salvaje en la Tierra.
Para los gatos, las especies nativas son una caza fácil. Se cree que estos felinos matan más de 1 millón de aves nativas y 1,7 millones de reptiles en Australia cada día, aseguró a CNN un vocero del Departamento de Medioambiente y Energía de Australia, citando estudios científicos.
Algunas de las otras especies bajo amenaza de los gatos incluyen al Conilurus penicillatus, una especie de roedor que el gobierno califica como “vulnerable”, y el Isoodon auratus, o bandicut dorado.
“No estamos sacrificando gatos por el gusto de hacerlo, y no lo estamos haciéndolo porque los odiamos”
“Tenemos que hacer elecciones para salvar a los animales que amamos, y aquellos que nos definen como nación”, aseguró Andrews.




