Como en sus mejores tiempos de campaña, López Obrador anda en boca de todos los personajes del espectáculo, aunque no es nueva esta moda, ya que desde López Portillo se estableció el bonito binomio de la política y el show, por eso tenemos artistas que son senadores, diputados, gobernadores o alcaldes, o también políticos que se hacen famosos y terminan con más imagen que cualquier actor de Hollywood, ejemplo reciente el tele presidente.
Esta semana la actriz y cantante Susana Zabaleta, lanzó sus juicios sobre la administración federal que hoy nos gobierna, era ella una de las principales promotoras para que alcanzará el poder el creador de MORENA, pero ahora se arrepiente y así lo publicita “tristemente me equivoque”, luego de que al inicio de la gestión pensó que ahora habría más recursos para proyectos de cultura, pero no fue así, al contrario se han reducido programas y becas para el arte.
Pero el Peje tiene quien lo defienda, otro personaje del entretenimiento, Belinda, sale en sus redes para mediación de las críticas contra el personaje que también ella promocionaba en campaña, pide tiempo, ha dicho que seis meses es poco tiempo para emitir juicios de valor “un presidente no es dios para cambiar todas las cosas que están mal, las que no se ha podido arreglar o llevaban años estando mal”, en su “speach” cuestiona ¿Hubiéramos seguido igual o peor? No se sabe, lo único sí es que México necesitaba un cambio.
Ambas bocas pueden tener o no razón en sus opiniones, libres de pensamiento y palabra puede expresarlas a gusto en cualquier palestra que tengan, como artistas del espectáculo son una caja de resonancia y eso da pie para que todo mundo haga sus consideraciones. Las encuestas que se han realizado a seis meses de la 4T también son pieza clave para que el ciudadano se forme sus propias reflexiones.
Sin embargo, casi siempre una habla de cómo le va en la feria, por eso no deberíamos subirnos al tren mediático, es mejor observar el show, y en esta mitad del primer año de gobierno morenista seguramente habrá mucha tela de donde cortar, la nueva forma de comunicación social a la que ya se nos acostumbra, da pie para que se intensifique el ruido mediático y pese más el que, como y quien lo dice, que el mensaje propiamente que de claridad en los temas que a todos interesan.
Y tiene razón la cantante del sapito, ni un ganso ni un presidente es dios, aunque a veces él se lo crea.
En Boca Cerrada
Esto no se acaba hasta que se acabe, en el legislativo local, traen la lumbre bien cerquita, pero no se trata de pleitos o jaloneos políticos, sino de la acción de des-congeladora que aplican a iniciativas de seguridad pública, salud y educativa entre otras, que estaban durmiendo el sueño de los justos, suman más de cien que tendrán que sacar en los tres meses de gestión que les quedan, la instrucción del diputado Glafiro Salinas es dejar cero rezago legislativo y hacer historia por tal logro.