Este aforismo se hizo famoso en la década de los setentas, la gente de Victoria aseguraba tener una rica fuente de agua natural y quien llegara de lejos y probará el vital líquido que salía del manantial, La Peñita, estaba predestinado a encontrar pareja y casarse aquí, y así se hicieron muchas familias de lugareños con forasteros, el adagio se sigue repitiendo, aunque la fórmula ya no funciona, en los tiempos de los gobernadores de Matamoros trajeron mucha gente de fuera, que vino y se regresó a su lugar de origen, ahora los de Tampico o Reynosa, van y vienen, tampoco hacen el arraigo como antaño.
En los ochentas, inició la falta del vital líquido, el tandeo del agua y el suministro por horarios y para ciertos sectores, grave la situación de estiaje y sequía, largos veranos calurosos sufrían los victorenses y los que llegaban a estudiar o trabajar a esta tierra, pero con “voluntad y trabajo” el ingeniero hidráulico Américo Villarreal Guerra resolvió en parte el problema, con el acueducto que sentaría las bases para más líneas que se ocuparían en el futuro.
En estos tiempos, con la caja de resonancia de las redes sociales, el problema de la mala distribución del agua potable se agudiza, nada calma la sed de los habitantes de la otrora ciudad limpia y amable, la respuesta de la autoridad no satisface a quien lleva 48 horas sin bañarse, o a quien no puede hacer las tareas domésticas, porque todo se complica sin agua, ni hay clases, los restauranteros pierden, los oficinistas también padecen largas jornadas sin poder ir al baño, en fin, se trastoca todo el día y la noche de todos.
Sin embargo, así con la sed de justicia, de que el funcionario menor pague por negligencia o el mayor pague con su puesto, no se resolverá el problema, que ya nos han dicho, de manera global ira avanzando.
En estas horas aciagas es momento de replantear lo que en casa estamos haciendo para cuidar el agua, la cultura del cuidado del preciado líquido no todos la practicamos a conciencia, hagamos una reflexión, del día a día, desde el momento de lavarnos los dientes, bañarnos, lavar platos, regar con la manguera y hasta lavar el coche. Con honestidad evaluemos nuestro actuar respecto al ahorro y uso óptimo del vital líquido.
La ONU apunta que tema del agua es ya un asunto de vida o muerte y aquí unos datos para ilustrarnos y sensibilizarnos frente al problema, que no nos debería ser ajeno: En el mundo 2,1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura. 4,5 billones de personas carecen de servicios de saneamiento. 340 000 de menores de cinco años mueren cada año por enfermedades diarreicas. La escasez de agua ya afecta a cuatro de cada 10 personas en el mundo. El 80 por ciento de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas. Alrededor de dos tercios de los ríos transfronterizos del mundo no tienen un marco de gestión cooperativa.
Y en las sugerencias para cambiar de hábitos, por lo menos en labores domésticas, está la reutilización de las aguas grises (son las que sirvieron para lavar platos o ropa) pueden servir para regar plantas o lavar pisos; el uso adecuado de la bañera es otra alternativa, el lavado de dientes con un vaso, y reparar las fugas que son comunes en los interiores de las casas.
En Boca Cerrada
#YaEsHora es un nuevo movimiento feminista que nació ayer en México para alzar la voz por muchas mujeres que sufren violencia de género, artistas nacionales en la entrega del Ariel, lucieron una pañoleta roja con el dibujo de una mano alzada, posicionando la nueva etiqueta que busca visibilizar temas de violencia, acoso u hostigamiento que sufren las mujeres en espacios laborales.