ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR lo sigue haciendo, cerró esta semana con 5 mil nuevos mexicanos despedidos, de ellos 300 en Tamaulipas, principalmente trabajadores de los sectores agrarios.
La 4T prometió recortes y ahorros en el gobierno, garantizó que extirparía los privilegios de la clase política de primer nivel, no que nunca dijo es que en el camino se llevaría de encuentro a miles de trabajadores de “medio pelo”.
Hoy miles de familias viven con angustia, esperando encontrar un nuevo empleo, “de lo que sea” porque dedicaron 15, 20, incluso algunos hasta 30 años de su vida a trabajar en la burocracia federal, con poco sueldo pero con prestaciones seguras.
Secretarias, asistentes, oficinistas, choferes y un largo etcétera, hoy andan en la calle, con el “Jesús en la boca”, pidiendo una oportunidad para empezar otra vez, formándose en la fila para apuntarse en los módulos de los “Servidores de la Nación”, y de ahí esperan sacar unos pesos que se conviertan en el sustento “provisional” del hogar.
Hoy México está recortando gastos innecesarios de gente necesariamente valiosa, pero eso no le importa al Presidente y a millones de trabajadores que se desarrollan en empleos informales, pensando que si ellos no tienen un trabajo seguro, otros, aunque vivan igual que ellos y en su misma colonia, tampoco deben tenerlo.
Esos miles de despedidos no servirán más que para ahorrarle al Gobierno Federal unos pesos, mismos que habrá de repartir en forma de becas y despensas entre los pobres de toda la vida y los nuevos pobres, esos que está creando con tantos despidos.
¿Cuándo parará, lo tendrá planeado o será hasta que se canse? ¿Cuándo empezará a mejorar la economía, a recuperarse la seguridad, a perseguir a los corruptos? ¿Cuándo dejaremos de ser la burla de Estados Unidos, y la frontera barata para que Europa y Asia exporten sus productos? ¿Cuándo México saldrá adelante?
Que quede claro, yo quiero que al Presidente de la República le vaya bien. Si eso se logra, al resto nos irá bien y yo quiero eso para mi gente (y obvio para mi). El problema es que confianza nunca tuve y la esperanza ya se me acabó.
QUE CURIOSO
Esos que pensaron que ganarían una diputación local arropados por la fortaleza de su partido y se quedaron dando pena ajena, si esos que más que agradecidos por la oportunidad deberían sentirse apenados, pero no.
Esos ya andan de vacaciones, no sé si con dinero suyo o con el que guardaron de la campaña, habrá que preguntar en sus partidos y en el INE si lograron comprobar todos sus gastos. ¿Apoco no?