CIUDAD DE MÉXICO.- Un niño murió repentinamente en una calle de México mientras limpiaba parabrisas en un semáforo junto a sus hermanos; estaban aprovechando las vacaciones para trabajar.
Miguel Ángel se encontraba en el semáforo ubicado sobre el boulevard Aeropuerto, esquina con Paseo Tollocan, en San Mateo Atenco, en el Estado de México, cuando empezó a sentirse mal.
Uno de sus acompañantes quiso abrazarlo tras la advertencia, pero el niño cayó sobre el asfalto.
De acuerdo con SinEmbargo, una ambulancia del Servicio de Urgencias del Estado de México llegó al lugar pocos minutos después tras una llamada al 911, pero los paramédicos no pudieron hacer nada por el pequeño y lo declararon muerto en el lugar.
Los instrumentos que utilizaba para limpiar los parabrisas quedaron tirados a un lado del cuerpo.
Los hermanos de Miguel y los vendedores que estaban en el semáforo quedaron desconcertados con lo ocurrido. La escena fue aún más triste cuando llegó el padre y abrazó el cuerpo.
“Era el de en medio, solo en vacaciones veníamos a trabajar aquí, nos dijo que se empezó a marear y se cayó, llamamos a la ambulancia pero no dijeron que ya se había muerto”, fue lo que contó Julio, el hermano mayor de Miguel.
El mismo niño detalló que su hermano no tuvo síntomas previos que indicaran que su vida corría peligro. La mañana de ese lunes desayunaron un tamal y una bebida caliente y se dirigieron a trabajar, como solían hacerlo todas las vacaciones.
El mismo medio mexicano detalla que ante la consternación de los hechos algunos comerciantes dejaron de vender y empezaron a pedir cooperación para ayudar a la familia con los gastos funerarios.
Miguel estaba a punto de entrar a la escuela secundaria, las vacaciones las aprovechaba con sus hermanos para trabajar para juntar algo de dinero y poder ayudar a sus padres o comprarse algo.
Con información de NoticiasYA




