Se dice, que lo que no nombramos lo invisibilizamos, así que creo que sí no escribimos nuestros propósitos, fácilmente los eludimos. Ahora cuando lo más íntimo se hace público, cuando fotografiamos todo y damos lujo de detalles de lo que comemos, hacemos o nos gusta, dejando huellas digitales perenes, pero volátiles, tratando de que todo mundo nos acepte socialmente, imitando, igualando, compitiendo con la mejor sonrisa en la selfie del día y así, alto, paremos, hagamos una pausa en la red de los filtros, flashes y brillos que distorsionan la realidad, que desenfocan lo importante para resaltar egos y fantasías; vamos, atrevámonos a vernos nosotros mismos, sin una app magnificadora de belleza irreal, va, vale una reflexión, antes de los propósitos.
No hagamos una evaluación frustrante de los pendientes, ni seamos duros por los errores cometidos, mejor, porque la temporada lo invita, pongámonos en modo esperanzador y con optimismo afrontemos lo que viene.
Mañana iniciamos año, década y una era que como ninguna otra está marcada para trascender como comunidad, que refiere sociedad en unidad y debemos empezar por uno mismo y el círculo más cercano, la familia, sin ser moralizadores, es momento de tomar responsabilidad de nuestros actos con ética y humanismo.
En mi lista, los propósitos personales lo guardo así, íntimos, en lo público establezco el compromiso de seguir aprendiendo del feminismo que hoy motiva al mundo y trabajar desde mi individualidad por ser mejor persona en colectividad.
Por principio, buscaré entender más, para desentramar el sistema patriarcado que nos tiene así, a hombres y mujeres igual de divididos por los roles impuestos, tendré paciencia para no agobiarme si alguien no lo entiende, tolerancia para aceptar que muchas personas no están interesadas en atender el tema, que son víctimas y no se dan cuenta.
En mis propósitos pongo el firme compromiso de sororidad con mis pares y los de sexo opuesto, como seres complementarios, o no, solos o en pareja, como sea hacemos comunidad. Pienso que en ambos géneros necesitamos replantear nuestras coincidencias y aceptar las diferencias que nos hacen encajar en la sociedad actual, todos estamos llamados a nuevas formas de interacción, con respeto mutuo para redignificar al hombre, como ser humano.
Pretendo volver al origen, de cuando era niña y no importaban las etiquetas sociales, menos las reglas impuestas por las conveniencias de consumo, política o religión, ahora con toda la información disponible sobre nuestras conductas sociales sería bueno aprender a reconocernos y actuar conforme a los valores de siempre, si queremos un país sin corrupción ya sabemos lo que debemos hacer, si necesitamos entornos de paz, participemos en la recuperación del tejido social, si entendemos que el mundo nos necesita, desde donde estemos y con lo que podamos, vamos a hacerlo mejor,
Finalmente, mi propósito primario será participar, con perspectiva de género, en acciones que fomenten entornos armoniosos para las mujeres, escribir para visibilizar las carencias del Estado y las dificultades sociales para crear las condiciones óptimas para un entorno de paz.
Bienaventurado 2020.