“Todo el tiempo están comiendo”, “Son muchos las tareas que les mando el maestro por WhatsApp”, “No se duermen temprano” y “Nada más están pegados a los videojuegos”, son algunas de las quejas que me han compartido madres y padres de familia con hijos en casa. Toda la casa esta patas para arriba y todos estresados por el cambio de hábitos a raíz de la cuarentena.
Y una vez pasado lo más difícil, viene lo más grave. Es ahora o nunca, advierten ahora las autoridades de salud al hacer un ultimátum para el “quédate en casa”.
Para los adultos, el contacto social con el exterior a través de las redes sociales, la constante información que se recibe a través de los medios de comunicación y el inagotable menú de cosas por ver en plataformas de entretenimiento, nos da un poco de tregua ante el aburrimiento y la desesperación por el trastrocamiento de nuestras rutinas, pero ¿Y los niños?
La SEP, Cultura, Televisión Educativa y Canal Once, entre otros sistemas educativos se unen para el programa “Aprende en Casa”, un micrositio al que se puede tener acceso desde un móvil y mediante el cual se proponen actividades para estudiantes, desde educación inicial hasta secundaria; la Comisión Nacional de libros de texto gratuitos tiene la totalidad de sus materiales educativos en versión digital; y la Fundación Slim abrió otro sitio denominado “PruebaT”, se trata de una plataforma para estudiantes, maestros y padres de familia, todos con acceso gratis a clases de primaria, secundaria y bachillerato, con una propuesta de evaluación para detectar habilidades y conocimientos que permitan al alumno la acreditación del grado escolar.
Sin embargo, para todas estas opciones se requiere de internet, energía eléctrica, acompañamiento de padres o tutores y un teléfono o computadora.
En nuestro país el internet se usa solo para el entretenimiento, aún no se alcanza la cobertura universal y por la marginación muchos niños y jóvenes hoy no tienen ni siquiera acceso a servicios básicos como luz y agua potable; y los privilegiados que tienen todos los sevicios, red y tecnología no están aptos para el manejo de la tecnología con énfasis en la educación a distancia. En este terreno hasta los maestros son neófitos.
Resulta entonces que muchos educandos están solo sobre llevando la cuarentena, viendo pasar el tiempo, nerviosos y poniendo de nervios a sus padres.
Ellos los más pequeños del hogar necesitan información clara y precisa sobre lo que sucede con el COVID:19, requieren explicaciones que les tranquilice el ánimo, también oyen rumores, tienen miedo en este mundo convulso y no deben estar solo como “macetas” en medio de una sala o cuarto de juegos. Los especialistas de conducta social sugieren que se hable con ellos sobre la emergencia de salud pública, son receptivos y colaborativos, y deben estar integrados al plan de contingencia familiar por el “quédate en casa”.