PÁNUCO, VER.- Con de tres décadas dedicado a lustrar calzado y con una discapacidad, que desde hace 10 años le dio un giro de 180 grados a su vida.
Don Andrés Fonseca Ramírez es un ejemplo de lucha, que diario sale a ganarse la vida de manera honrada boleando el calzado de los panuquenses.
Don Andrés forma parte de los aseadores de calzado que se ubican en la zona centro del municipio, los cuales se enfrentan una crisis terrible, debido a las secuelas económicas derivadas de coronavirus.
Refirió que la falta de clientes se ha reducido a más de un 80% al grado de que hay días en que solamente logran una o dos boleadas llevándose al bolsillo solamente 40 pesos.
Don Andrés comenta con cierta tristeza que hace 10 años una bacteria le afectó su médula, creciendo en esta una especie de larva y fue sometido a cirugías y terminando severamente afectado de sus rodillas.
Indicó que le colocaron una prótesis de hueso, además de dos barras metálicas con las cuales tiene cierta movilidad y por fortuna puede desplazarse en la silla de ruedas.
Indicó que de su trabajo dependen dos de sus hijas ya que la mayoría trabaja pero también mantiene a su señora madre.
Por lo cual para él no hay días de descanso y desde temprano ahora tiene que partir en un taxi que le cobra 60 pesos por llevarlo y traerlo a su domicilio ubicado a 10 cuadras del centro.
Admitió por ello que los ingresos económicos son pocos y junto a su familia han enfrentado situaciones complicadas corriendo el riesgo incluso de quedarse sin comer algunos días.
Dijo que la medida del cierre de las calles y la suspensión del comercio los fines de semana es para ellos una tragedia porque no hay clientes y son días perdidos que anteriormente eran los mejores para ellos.
Pese a ello dice que le da gracias a Dios por poder tener poder trabajar de una manera digna, pidiendo con fe que esta pandemia terminé y que la situación mejore para todos.