Esta semana se enviaron al Congreso la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de egresos de la federación correspondiente al ejercicio fiscal 2021, en donde se señalan los criterios de política económica para lo que resta del año y para los correspondientes del siguiente año.
Si bien es cierto que la economía mexicana se contrajo 18 por ciento este segundo trimestre del año también es cierto que la apertura progresiva de la economía provocará una recuperación, de tal manera que, de acuerdo a las previsiones nacionales, se esperaría que el impacto de COVID-19 a la economía durante este 2020 pudiera llegar a representar una caída de entre 10 y 7 por ciento, cifras que desde marzo de este año habíamos pronosticado. Lo que significa que la producción de bienes y servicios podría caer en esa proporción en el país durante este año.
Para establecer lo que podría caer la economía tamaulipeca para este 2020, debemos considerar el impacto en el empleo formal, la tasa de crecimiento de la economía global y el sector industrial de Estados Unidos, así como el sector exportador. En conjunto, estos indicadores nos señalan que la economía estatal podría caer entre 6 y 8 por ciento durante este 2020, un nivel inferior al observado a nivel nacional.
Ahora bien, a nivel nacional, las previsiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señalan, para el 2021, que la producción de bienes y servicios se eleve entre 3.6 y 5.6 por ciento, lo que significa que la tasa podría ubicarse en 4.6 por ciento, una tasa que es muy inferior a la tasa observada que caería la economía en 2020, lo que refleja que, al menos en 2021, la economía mexicana no se recuperaría de los impactos de la pandemia. Las previsiones de crecimiento de la producción de bienes y servicios para 2022 y 2023 señalan que estas se pueden ubicar en 2.6 y 2.5 por ciento, respectivamente.
De cumplirse estas previsiones de la SHCP, es posible que hasta finales de 2023 la economía alcance el nivel de producción y servicios que existía en el país en el último trimestre de 2019. Entonces, hasta 2024, empezaremos a observar un crecimiento real de la economía.
En el caso del estado de Tamaulipas, la recuperación de su economía dependerá mucho de lo que suceda en la economía norteamericana, particularmente con el sector industrial. Las expectativas en torno a este hecho señalan que Tamaulipas podría alcanzar su recuperación en el año 2022, y es cuando se observaría un crecimiento real de la economía tamaulipeca.
Este panorama podría mejorar en función del cambio en la política económica nacional y la estatal actual. Este cambio podría darse en el fortalecimiento de los sectores más dinámicos de la economía, tales como el automotriz, aeronáutico, eléctrico y electrónico, de realizarse la economía podría recuperarse de manera más acelerada.
El orientar gran parte del presupuesto de la inversión física en el proyecto del Tren Maya, en donde se estima que inversión sea de 36,288 millones de pesos, representa un gran riesgo, debido a que al sector que se apoyaría sería el turismo, que es y ha sido el más vulnerable ante la pandemia. Así que apostarle a este sector como un motor del desarrollo del país me parece de alto riesgo para la política económica del país. Usted ¿Qué piensa?
POR Jorge Alberto Pérez Cruz