Luis Videgaray Caso está siendo requerido por la Fiscalía General para que responda por presuntos delitos cometidos a la sombra del poder, entre ellos traición a la patria por el que podría alcanzar hasta cuarenta años de prisión, que no la pena de muerte porque eso sigue siendo “privilegio” de presidentes de la república…suena a cuento, pero es verdad.
Y es que cuando empezábamos a dudar de los efectos relacionados con las declaraciones de Emilio Lozoya, conocemos esta noticia que sacude los restos del sistema neoliberal y significa la última palada al anterior régimen, justo cuando los santos difuntos empezaban a retornar a la ignota dimensión donde han de permanecer hasta que la pandemia decida si pueden volver a mezclarse con los vivos, como en los buenos y viejos tiempos.
El asunto es que el poderoso ex secretario de Hacienda está a punto de convertirse en el hombre más buscado por la justicia. Y no será fácil encontrarlo, si persiste la protección declarada de un sector educativo del vecino país, localizada en el tecnológico de Massachusetts, donde es maestro y donde ya dijeron que lo necesitan como tal, así sea bajo la nominación de “prófugo de la ley”.
Por otra parte, está vigente la posibilidad de lograr la residencia israelí, gracias por supuesto, a relaciones e influencias logradas durante el desempeño de sus múltiples cargos al lado de Enrique Peña Nieto, a quien acompañó desde el gobierno del estado de México para posteriormente dirigir su campaña presidencial.
Usted dirá que fuera del morbo y el impacto político, a los mexicas poco o nada importa que Videgaray sea o no encarcelado, y tiene razón, cuando lo mero importante será encerrar a ex su jefe y protector quien hasta ahora parece ignorar que el causante del saqueo y la corrupción tiene nombre y apelativos.
Desde luego la república está interesada en conocer cómo es que el ex funcionario cumplía las órdenes de EPN. En algo abonaría a su favor, declarar que no se mandaba solo, a pesar de que a los ojos de la opinión pública siempre apareció como “el poder tras el trono”, aunque formalmente solo era parte de un equipo…¡y qué equipo!.
El escenario no es alentador para algunos ex colaboradores de Peña Nieto. Iniciando con Rosario Robles Berlanga quien hasta ahora mantiene lealtad hacia su ex jefe que no sabemos hasta cuándo durará, considerando que aparece como pieza clave en el gran operativo fraudulento conocido como “estafa maestra”, donde, según las evidencias, más de cinco mil millones de pesos fueron destinados a campañas del PRI. Aquí también se deja ver la mano peluda de Videgaray.
Ahora mismo, tanto a Rosario como a EPN se les complica la situación, tras conocerse la disposición de Emilio Zebadúa González, de convertirse en “testigo protegido” de la FGR y en tal carácter dar a conocer las “transas” realizadas, tanto en Sedesol como en Sedatu, dependencias en las que fungió como oficial mayor. Esta finísima persona dice saber mucho sobre los dineros desviados al tricolor “por órdenes superiores”.
Y luego ya ve que el escándalo del general Salvador Cienfuegos no acaba de pasar, al contrario, toma mayor fuerza al ser trasladado a New York, allá mero donde transcurren “sus días difíciles” y suda frío Genaro García Luna, y por consecuencia Felipe Calderón Hinojosa.
En este sentido, si la ley marcha como debe ser, cuando menos dos ex presidentes estarían obligados a comparecer y responder, sin necesidad de consulta pública que lo valga u amerite, sea que tomando en cuenta su vocación, se convertirían en candidatos “naturalitos” a formar parte de la negra lista delictiva…¡Qué vergüenza!.
De manera que “se desgrana la masorca” respecto de ex funcionarios que utilizando el poder público cometieron toda clase de delitos, contando con la complicidad de los poderes legislativo y judicial, así como de medios de comunicación y “analistas” que escribieron y escriben aun, por mandato intestinal. Hasta ha de creer que a estas alturas, algunos de los más conocidos todavía “se la juegan” por sus antiguos aliados, en especial por Videgaray…y sus razones tendrán. Aunque mucho tendrá que ver su oposición a la 4T y por supuesto el rencor, odio u qué se yo, contra López Obrador y diversos funcionarios que sin necesidad, sacrifican tiempo y vida para servir en un proyecto en el que creen y apoyan hasta el límite de sus fuerzas. Son los casos, entre otros, de Olga Sánchez Cordero, el doctor Jorge Alcocer Varela, titulares de Gobernación y de Salud Pública, y de Alfonso Romo, enlace directo con el sector empresarial…Puestos de singular importancia por obvios y sobrados motivos.
Respecto de Videgaray, ¿se convertirá en delator de Pe-
ña Nieto?…a lo mejor, tal vez,
es posible, quizá, es probable, quien-quite…uno nunca sabe, pero de que “trae la lumbre en los aparejos”, eso-que-ni-que. Es aquí donde estaría dispuesto a salvar el pellejo. Digo yo.
¿Y qué tal que a los adversarios de AMLO tampoco les pareció el nombramiento de Rosa Icela Rodríguez Velázquez como secretaria de Seguridad?…Oiga, pos nada les gusta.
EU, EL OTRO TEMA AMLO tiene razón al considerar que el partido que gobierne a los gringos los próximos cuatro años, no variará su actitud hacia México. Y es que la relación es excelente, sin confrontaciones ni malos entendidos, es decir, acorde al mandato juarista de respe-
tar el derecho de los pueblos a decidir su destino como mejor les convenga…si acaso una que otra aclaración que de ninguna manera violentan ni alteran tal relación. No olvidéis que los reaccionarios mexicas siempre apostaron al conflicto y de ser posible al cierre comercial de las fronteras, solo que todo les salió al revés y la mejor prueba es el tratado de alto beneficio para la economía de ambas naciones.
A la hora en que se escribía esta columneja aún no se conocía el triunfador de las elecciones en los EU, sin embargo era lo menos importante dada la situación privilegiada de nuestro país, respecto de una vecindad bien comprendida y mejor tratada.
Desde luego que esto no es gratuito, sino producto de la forma y manera en que AMLO conduce el gobierno. Sea con la madurez propia de un demócrata que entiende la importancia de llevarse bien con todo el mundo, sin estar al servicio de cualquier forma de imperialismo, dictadura o fanatismo fundamentalista.
¿Biden o Trump?, ¿qué más da, cuando México es mucho más que cualquier gobernante en turno?.
Y ni modo que sea invento.
SUCEDE QUE
En la secretaría de Gobernación, Héctor Garza González, “el guasón”, ocupa el equivalente al cargo que detentara en la misma dependencia Manuel Cavazos Lerma… claro, hay de tiempos a tiempos
y de funcionarios a funcionarios
y por consecuencia, diferente valor, categoría y modo de hacer política…para MCL Tamaulipas fue un asunto serio, en cambio “el guasón” se conformará con seguir en la nómina.
Y hasta la próxima
Por MAX ÁVILA