CD. VICTORIA, TAMAULIPAS .- Poco a poco, el turismo en la zona centro del estado ha entrado en una fase de reactivación que ha permitido multiplicar la afluencia a destinos naturales y culturales que hace unos cuantos años, estaban paralizados por la violencia.
El desarrollo de sitios como la presa Vicente Guerrero, la playa de La Pesca o el Chorrito, han contribuido a que Tamaulipas triplique la cantidad de visitantes nacionales y extranjeros que llegan al estado, en comparación con el 2010, el peor año en términos de inseguridad.
En aquel momento, según fuentes de la Secretaría de Turismo del gobierno federal, el estado recibió cerca de 2 millones 900 mil visitantes en todo el año.
Mientras que en el 2019 -el año previo a la pandemia que obligó a paralizar la industria turística- la cifra total fue de 9 millones de turistas en los diferentes atractivos que ofrece Tamaulipas.
La mayoría, como desde hace décadas, llegan a la playa Miramar en Ciudad Madero, pero al menos en los últimos tres años, se ha logrado volver a atraer visitantes a la región centro del estado, que ofrece una gran variedad de atractivos naturales.
Estos destinos cuentan además con un potencial importante de cara al futuro: la pandemia cambiará los hábitos turísticos en todo el mundo, y el turismo local, de corto radio, en sitios abiertos, cobrará una fuerza importante.
LA PRESA
Uno de los destinos rescatados de la violencia, fue la presa Vicente Guerrero en el municipio de Padilla, cerca de la capital del estado, que durante décadas se convirtió en referente de la pesca deportiva internacional.
Y en los últimos tres años, ha logrado reactivarse con la reapertura de campamentos que ofrecen todos los servicios para los amantes de la pesca y la cacería.
Del 28 de febrero al 3 de marzo del año pasado, se realizó el Torneo Panamericano de Lobina, que reunió a 46 pescadores de lobina de Canadá, Estados Unidos, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador y México.
Las ediciones 1 y 2 del Campeonato panamericano de Pesca de Lobina en Embarcación se han llevado a cabo en Florida Estados Unidos y en Ontario, Canadá y para esta ocasión se eligió a la Presa Vicente Guerrero del municipio de Padilla para ser sede de este evento internacional.
Este, también fue el último evento en ese lugar en 2020, luego que el Torneo de Pesca Repoblación de Lobina 2020, programado para el 18 y 19 de julio, fue suspendido por la pandemia.
Sin embargo, el parador de la Lobina, ubicado sobre la carretera, justo a la entrada de la presa, es muy concurrido por los automovilistas que hacen un alto en el camino para tomarse fotografías en ese lugar.
El segmento del turismo cinegético, donde la zona norte y centro del estado son sus principales exponentes, también tiene para este año un reto importante, luego que, en 2019, los ranchos destinados para esta actividad, registraron 3 mil 690 cazadores nacionales y extranjeros, quienes adquirieron un 24.53 por ciento más cintillos que en el 2018. El año pasado, esta actividad permaneció semi paralizada a partir del mes de marzo.
LA SIERRA
A pesar de se cercanía con Victoria, muchos atractivos naturales de la región estuvieron abandonados por casi una década.
Hoy, sitios como el Camino Real a Tula, tienen una nueva cara que recibe cada semana a cientos de visitantes.
A 20 minutos de Victoria, está el mirador Alta Cumbre, inaugurado el 12 de diciembre del 2019.
Luego de permanecer cerrado por la contingencia sanitaria, poco a poco, este lugar ha recobrado espacios, y, especialmente durante los fines de semana, llegan en vehículos, motocicletas o bicicletas, los paseantes.
El recorrido por el camino rojo de arcilla, que desemboca en la carretera Rumbo Nuevo, ha sido escenario de rodadas familiares y paseos para el avistamiento de aves y los paisajes naturales, utilizados para fotografías espectaculares.
También en los alrededores de Victoria, los paseantes pueden visitar lugares como el parque recreativo Los Troncones, al pie de la Sierra Madre Oriental.
La práctica de ciclismo de montaña, paseo a caballo, observación de aves como halcones o pájaros carpinteros o simplemente disfrutar de sus aguas, actualmente sólo permite el acceso a 500 de las 2 mil personas que tiene como máximo de capacidad.
EL CIELO
También a 112 kilómetros de Victoria, se localiza otro de los destinos naturales, más hermosos del estado. Declarado reserva de la biósfera en 1985 y un año más tarde, reserva de la humanidad por las Naciones Unidas, este destino es considerado una de las 13 maravillas naturales de México.
Igual que otros sitios de la región, El Cielo pasó años recibiendo muy pocos visitantes a causa de la inseguridad.
El rescate turístico de esta reserva de la Biosfera, se evidenció sobre todo en el 2018, cuando la afluencia turística creció un 300 por ciento, en comparación a los años anteriores, cuando pocos se atrevían a viajar al municipio de Gómez Farías y emprender la ruta sierra arriba.
Este sitio es famoso porque sus 144 mil 530 hectáreas montañosas, permiten la coexistencia de cuatro diferentes ecosistemas (bosque tropical, niebla, encinos y matorral) y una fauna que incluye jaguares, gato montés y osos negros americanos, así como más de 400 tipos de aves, entre otros más.
Igual que en otros sitios, el 2020 fue un año difícil, pues en años previos a la aparición del coronavirus, el lugar era visitado por cientos de turistas nacionales y extranjeros, que durante el año realizaban diferentes actividades como senderismo, escalada de montaña, kayaquismo y paseos a caballo.
Desde hace algunos años el lugar ya cuenta con hoteles con todos los servicios, para pasar un fin de semana y poder conocer la Piedra Elefante, con más de 65 millones de años; la cueva del Agua, con una profundidad de70 metros, siendo el hábitat de extraordinarias especies acuáticas.
En este lugar, existe un proyecto para construir un parador como el de la Lobina en la presa Vicente Guerrero; en Jaumave, sería la guacamaya, ícono y orgullo del estado, el atractivo principal.
LA PLAYA
La playa de La Pesca en el municipio de Soto La Marina, es la más accesible para los habitantes del centro del estado, pero igual que muchos otros destinos, vio frustrado su desarrollo turístico a causa de la inseguridad que afectó a la región, sobre todo a principios de la década pasada.
Tras algunas temporadas vacacionales en las que pocos se aventuraban a visitar este sitio, en la Semana Santa del 2019, arribaron más de 35 mil visitantes, sobre todo de la capital, pero también de estados vecinos como Nuevo León.
Ya en el 2020, en plena pandemia, La Pesca se convirtió en una de las primeras alternativas para reactivar el turismo tras una larga cuarentena, que entre otras cosas, echó abajo todas las proyección que se tenían para la Semana Mayor.
En los primeros dos meses de apertura de la playa, recibieron a más de 50 mil visitantes, más del 50 por ciento del total de turistas que acudieron a los diferentes sitios de Tamaulipas que empezaban a abrir sus puertas.
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CONTEXTO/NOTA INTEGRADA
LA PRUEBA
ES EL 2021
Luego de meses que los destinos turísticos permanecieron cerrados en Tamaulipas a causa del COVID-19, la Semana Santa de este 2021 en una nueva realidad, pondrá a prueba a las autoridades y los paseantes para cumplir las disposiciones de salud.
Por lo pronto, las playas Miramar, Tesoro, La Pesca, Barra del Tordo y Bagdad, ubicadas en Ciudad Madero, Altamira, Soto La Marina, Aldama y Matamoros, son las que están abiertas, aunque con aforos limitados.
Para Semana Santa, se podría incrementar el número de paseantes, sin embargo, será el Comité Estatal de Seguridad en Salud, quien determine los aforos permitidos para este tipo de destinos turísticos.
A Tamaulipas le urge la reactivación económica, aunque será difícil alcanzar los niveles que se tenían en 2019, cuando la entidad cerró, de acuerdo con información de la Secretaría de Turismo, con una cifra histórica de 9 millones de visitantes, que representó un crecimiento del 16 por ciento, respecto al 2018, con una derrama económica estimada en 6 mil 239 millones de pesos.
Ese año (2019), se contabilizaron 130 mil empleos directos dentro del sector terciario, que incluye restaurantes y servicios de alojamiento, un crecimiento del 15.80 por ciento.
Sin embargo, el año pasado, ya no llegaron 4 millones de visitantes, en 2020, el impacto en cuartos ocupados fue de 2.5 millones de cuartos-noches, comparado con el 2019; que significa 55 por ciento menos actividad hotelera en promedio en todo el estado.
Además, se registró una disminución de 750 mil pasajeros en números redondos a los aeropuertos, que significan un 58 por ciento menos que el 2019, “estamos hablando de un impacto, del orden de los 3 mil 800 millones de pesos menos que dejaron de ingresar al sector turístico.
Afluencia turística al estado
2.9 millones en 2010
4.7 millones en 2014
8 millones en 2018
9 millones en 2019
POR: PERLA RESÉNDEZ