CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Habitantes de los ejidos Santa Ana, San Francisco, Congregación Caballeros y otras comunidades rurales de la zona de Ciudad Victoria se oponen a la perforación hidráulica que pretenden realizar autoridades para llevar agua a la capital del estado.
La obra, que tendría una profundidad de 2 mil metros, se ubica a 80 metros del “Ojito de Santa Ana”, balneario que se ubica en esa zona y que es el principal afluente que abastece de agua potable a más de 40 mil pobladores.
En una reunión informativa, Samuel Izaguirre Gutiérrez, representante jurídico del gobierno del Estado, dijo a los ejidatarios que la construcción de ese nuevo pozo, que alimentará hidráulicamente a gran parte del norte de Victoria, no los afectaría en nada, pues es un caudal que no conecta con Santa Ana.
Pero los comisariados de casi 10 comunidades advirtieron que no van a permitir que se termine la construcción del pozo, obra que inició hace casi dos meses.
“No vamos a permitir que se lleven el agua del ojito de Santa Ana. Estamos aquí, porque nos oponemos; no vamos a acceder de ninguna forma”, advirtieron los ejidatarios.
Frente a esas negativas, el jurídico de la Secretaría de Obras Públicas del Estado, reiteró que no existía ningún tipo de riesgo para ellos y que transmitiría su postura.
“La junta es informativa; a eso venimos a llevarnos todos sus opiniones y decir sus posturas a nuestros superiores “.
“Apenas se harán los estudios; aún no inicia el proyecto. Sólo venimos a platicar”, insistió el funcionario.
El comisariado de Rancho Nuevo, poblado vecino de Santa Ana y San Francisco, también manifestó su oposición al proyecto y reiteró que no permitirán la perforación, pues insistió que su red hidráulica se vería muy afectada y afectaría a los habitantes de esa zona.
“La construcción de ese pozo a 2 mil metros de profundidad nos va afectar en el abasto de agua; eso es lo único que tenemos asegurado, San Francisco y Santa Ana serían los primeros en quedarse sin agua”.
“No vamos a permitir ningún proyecto; no saben el esfuerzo de nuestros padres, abuelos y todo lo que hemos vivido”, dijo el vecino de Rancho Nuevo.
POR ANTONIO H. MANDUJANO