5 diciembre, 2025

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Pobreza y sistema productivo

REFLEXIONES EN ECONOMÍA / JORGE ALBERTO PÉREZ CRUZ

La pobreza es uno de los retos más importantes que el país enfrenta, en 2018, 52.4 millones de personas presentaban pobreza, de los cuales 9.3 millones se encontraba en pobreza extrema y 43.1 millones en pobreza moderada. Específicamente en el tema de las carencias sociales, se observa que es la de seguridad social la más alta en el país, representando 71.7 millones de personas. Esta carencia se caracteriza por no otorgar prestaciones básicas a los trabajadores, tales como el acceso a la vivienda, vacaciones, afores, incapacidad médica, entre otras prestaciones sociales. En el tema únicamente del ingreso, se observa que hay en México 61.1 millones de personas que reciben menos de la línea de bienestar, es decir, obtienen ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades de alimentación
y dispersión. Con la pandemia se espera que el número de personas que perciben ingresos por debajo de la línea de bienestar aumente.
Esto, a pesar de que la economía mexicana muestra indicios de recuperación, es probable que las afectaciones en el mercado de trabajo se traduzcan en un crecimiento de la población pobre o vulnerable, principalmente afectando los ingresos, el acceso a la salud y la seguridad social. Sus efectos en la parte central y sur del país serán las regiones donde se observará un mayor crecimiento de la población en condición de pobreza y vulnerabilidad social, debido a que en la región central será hasta septiembre de 2022 que se habrá alcanzado el nivel de empleo de febrero 2020; a partir de esta fecha es cuando se iniciaría una trayectoria de crecimiento económico. En el caso del sur se espera que el nivel de empleo que se observó en febrero de 2020 se alcance en septiembre de 2024. Será hasta esta fecha que
el sur se recuperará y comenzará la generación de nuevas fuentes de empleo. Esta lenta recuperación de estas regiones del país obedece a su estructura económica, es decir, una buena parte de lo que produce se orienta en actividades de baja generación de valor agregado, lo que se refleja en la generación de empleo de baja calidad, en donde en muchos de los casos no se dan las prestaciones sociales básicas, contribuyéndose a un crecimiento de la pobreza y la vulnerabilidad social.
La historia en el norte es distinta; la recuperación de la economía formal se encuentra cerca de alcanzarse; se espera que para julio o agosto de este año se tenga una recuperación plena en términos del empleo y los salarios.
Esta rápida recuperación se debe a la dinámica del sector manufacturero, que desde 1986 ha tomado un auge importante en esta región del país. Se espera que, en esta región, los efectos en la población en condición de pobreza y vulnerabilidad sean menores, pudiéndose reflejar particularmente en el tema de ingresos.

POR JORGE ALBERTO PÉREZ CRUZ

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