Tradicionalmente, en México, el sector externo ha sido uno de los componentes más importantes en la dinámica del crecimiento de la economía. Hablando específicamente del valor de las exportaciones de México, han representado en los últimos años alrededor de 40 por ciento de todo lo que produce el país. Existe una estrecha relación entre la producción nacional y las exportaciones, es tal la sincronización que, en 2020, fueron muy similares las tasas de decrecimiento de la producción nacional y las exportaciones, en alrededor de nueve por ciento.
han sido favorables; su crecimiento ha sido de 3.3 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado. Si el comportamiento de las exportaciones continúa en el resto del año, sería posible observar tasas de crecimiento superiores a 10 por ciento, incluso se podrían ubicar en niveles de 13 y 14 por ciento, lo que significaría una excelente noticia en materia de empleo y producción.
Otra fuente importante de ingresos para el país son las remesas, que son aquellos recursos económicos que son enviados desde el extranjero al país. En 2020 se recibieron un total de 40,600 millones de dólares, alrededor de 4,200 millones más que en 2019, esto significa, que, aun con la situación de pandemia, las remesas crecieron 11.4 por ciento. Los resultados del primer trimestre de 2021 señalan que las remesas se ubicaron en 10,615 millones de dólares. Con la puesta en marcha de la recuperación de la economía norteamericana, es posible que, para finales de este año, las remesas se puedan ubicar en niveles de 45,000 millones de dólares, lo que sin lugar a duda contribuirá en que México se recupere más rápido.
Otro componente importante del sector externo, que contribuye de forma significativa en el crecimiento del país, es la Inversión Extranjera Directa (IED). Para explicar su impacto se tiene que ver desde dos perspectivas: el valor global y el valor que refiere a nuevas inversiones dentro de las empresas con participación extranjera. En relación con el primero, se observa una disminución significativa respecto al mismo periodo de años anteriores. Para el primer trimestre del 2020, la IED fue de 16,750 millones de dólares, mientras que para 2021, en ese mismo trimestre, fue de 11,864 millones de dólares, es decir disminuyó alrededor de 30 por ciento. Este nivel de IED no se veía desde 2013.
Por otro lado, la IED relacionada a la creación de nuevas inversiones en México, denota una caída menor a la observada en la cuenta global de IED; se ubicó en una tasa de 15.5 por ciento. A pesar de disminuir IED en nuevas inversiones, su contracción no resulta preocupante, sobretodo cuando se compara con el resultado observado en el mismo periodo de 2018, en donde fue menor a la actual. Lo cual deja entrever que esta situación de contracción en la IED es debido a una situación coyuntural, y no a un tema de falta de confianza en la economía.
De esta forma, aun cuando la IED se ha contraído, el sector externo jugará un papel estratégico en la recuperación de la economía mexicana. Usted ¿qué piensa?
POR JORGE ALBERTO PÉREZ CRUZ




