No es fácil llevarse la portada de la revista en lengua inglesa The Economist. López Obrador logró la hazaña. No por ser evaluado como el Presidente con mayor aprobación en el mundo —como él presume—, sino por ser considerado “El falso mesías de México”.
El semanario británico ilustra su portada con una foto del mandatario mexicano escoltado por militares y el logotipo de Pemex acompañado de una refinería que contamina. Significativa, ¿no? The Economist no sólo llama a los votantes mexicanos a frenar un presidente “hambriento de poder”, sino que asegura que López Obrador persigue “políticas ruinosas” por medios indebidos.
“López Obrador divide a los mexicanos en dos grupos: ‘el pueblo’, con lo que se refiere a quienes lo apoyan, y ‘la élite’, a la que denuncia, a menudo por su nombre, como delincuentes y traidores a los que culpa de todos los problemas de México”, asegura el semanario.
El tema fue tendencia en Twitter, convertido en muro de lamentos de los incondicionales del “falso mesías”. Están furiosos. Ya encontraron a su chivo expiatorio: Enrique Krauze. Lo hicieron dueño, director y jefe de información del semanario británico. Levantan el índice en contra del historiador y editor de la revista Letras Libres —anatemizada en Palacio Nacional— sólo porque en 2006 escribió el memorable artículo El mesías tropical, retrato adelantado del hombre que hoy vemos en Palacio.
Al gobierno también le caló. El canciller Marcelo Ebrard envió al semanario una carta en la que le reprocha llamar a votar en contra del Presidente y su partido.
“La opinión y el llamado (en el artículo) sorprenden, no por la posición ideológica de su medio, sino por su virulencia y su fragilidad argumentativa”, dice Ebrard. Y añade: “detrás de éstos pareciera permear la visión de que la mayoría de la sociedad mexicana, sobre todo, la de menos recursos, está equivocada y apoya a quien no debe”.
No es fácil llevarse la portada de la revista en lengua inglesa The Economist. López Obrador logró la hazaña. No por ser evaluado como el Presidente con mayor aprobación en el mundo —como él presume—, sino por ser considerado “El falso mesías de México”.
El semanario británico ilustra su portada con una foto del mandatario mexicano escoltado por militares y el logotipo de Pemex acompañado de una refinería que contamina. Significativa, ¿no? The Economist no sólo llama a los votantes mexicanos a frenar un presidente “hambriento de poder”, sino que asegura que López Obrador persigue “políticas ruinosas” por medios indebidos.
“López Obrador divide a los mexicanos en dos grupos: ‘el pueblo’, con lo que se refiere a quienes lo apoyan, y ‘la élite’, a la que denuncia, a menudo por su nombre, como delincuentes y traidores a los que culpa de todos los problemas de México”, asegura el semanario.
El tema fue tendencia en Twitter, convertido en muro de lamentos de los incondicionales del “falso mesías”. Están furiosos. Ya encontraron a su chivo expiatorio: Enrique Krauze. Lo hicieron dueño, director y jefe de información del semanario británico. Levantan el índice en contra del historiador y editor de la revista Letras Libres —anatemizada en Palacio Nacional— sólo porque en 2006 escribió el memorable artículo El mesías tropical, retrato adelantado del hombre que hoy vemos en Palacio.
Al gobierno también le caló. El canciller Marcelo Ebrard envió al semanario una carta en la que le reprocha llamar a votar en contra del Presidente y su partido.
“La opinión y el llamado (en el artículo) sorprenden, no por la posición ideológica de su medio, sino por su virulencia y su fragilidad argumentativa”, dice Ebrard. Y añade: “detrás de éstos pareciera permear la visión de que la mayoría de la sociedad mexicana, sobre todo, la de menos recursos, está equivocada y apoya a quien no debe”.
POR FRANCISCO GARFIAS




