Que fea cruda deben traer muchos, todos perdieron.
En este mismo espacio acoté que todos los ciudadanos ganamos en esta lección, debido a la alta participación de los votantes en una intermedia, a la muy alta responsabilidad de miles de ciudadanos que cuidaron las urnas
y al estricto compromiso de las autoridades electorales, sin embargo, los partidos y sus políticos son los grandes perdedores, la realidad se les vuelve a estampar en la cara,
a ver si ahora si comprenden la percepción ciudadana.
Fallaron, otra vez, las encuestadoras y sus proyecciones, se equivocaron algunos medios al vaticinar preferencias cómodas y erraron los partidos al seleccionar personajes improvisados, o en el peor de los casos,
con mucha estela de corrupción tras de sí y desde luego que los políticos en cuestión, los candidatos derrotados, recibieron lo que, a juicio del electorado, se merecen.
La mayoría calificada y absoluta la tiene ahora el ciudadano, ejerció un voto tan disímbolo que refleja pluralidad, ahora vendrán muchos estudiosos a analizar el comportamiento de los votantes, habrán de cruzarse opiniones y algunos serán hasta capaz de echar culpas al mismo electorado, pero por muy acuciosos que sean los análisis de los resultados de la contienda, la realidad es irreversible.
El electorado demostró a los trabajadores de los medios digitales y de las redes sociales que son muy chistosos para hacer memes, pero que la viralización de sus mensajes no hace mella en las urnas. También quedó claro que agarraran todo, como les dijeron, las playeras, banderitas y mochilas promocionales pero que, frente a la boleta, ellos tienen el poder de la decisión y lo ejercieron.
Y hay muchos datos históricos, por vez primera el Congreso de Tamaulipas no será del PRI, ni del PAN, es de Morena; por vez primera en México podrían llegar a la gubernatura 6 mujeres, de las 15 entidades que registraron esta elección, 11 serían para Morena; por vez primera las feministas expresaron la exigencia de justicia en las boletas, y escribieron mensajes por las desaparecidas y los feminicidios.
Y contra todo pronóstico, el presidente López Obrador acepto su derrota en CDMX y reconoció le elección nacional, se acabó el enojo que traía contra el INE, de momento.
Es inédito, para Tamaulipas, que en las horas posteriores nadie saliera a celebrar en las calles, ni si quiera se manifestaron con inmediatez en las redes sociales. Se sintió una calma tensa, ambos grupos políticos,
los ganadores y los perdedores contuvieron la euforia, quizás eso habla de una civilidad con la que van a tener que aprender la nueva gobernanza.
Ahora, tras la confirmación de los resultados y los primeros discursos victoriosos, vendrán de nuevo algunas aves de mal agüero a polemizar con judicializar la elección, algunos derrotados emularan el voto por voto de ya saben quién, mientras que los vencedores tendrán que hacer acopio de humildad, porque la arrogancia también se castiga en las urnas.
¿Qué más se perdió? Ah sí, mucho, muchísimo dinero público, nuestro, en campañas disolutas, en candidatos cómicos, personajes de la farándula, en “influencer”, que no influenciaron mucho, y en partidos chiquititos que no aguantaron ni una elección, prerrogativas tiradas a la basura electoral que bien pueden destinarse a resolver problemáticas sociales urgentes.
Con todo esto y a pesar de todo, nos quedamos con un buen sabor de boca “La jornada electoral de ayer es lo mejor que le ha ocurrido a nuestro país en este tiempo difícil de pandemia y crisis. Se fortalece la democracia por el enorme compromiso cívico de la ciudadanía. Todos debemos estar orgullosos” posteo el Consejero
Ciro Murayama al tiempo de agradecer merecidamente, a todos los trabajadores electorales su labor en las elecciones libres, certeras, autenticas, sin fraude.
POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE