20 diciembre, 2025

20 diciembre, 2025

Chucho, Américo y Maki

CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

Los resultados electorales del domingo que derrumbaron mitos y aceleraron la jubilación de algunos candidatos y operadores, también apuntalaron el protagonismo de varios personajes de cara al proceso electoral del 2022 que, en los hechos, ya comenzó.
Queda clarísimo que entre los panistas crece la figura de Jesús Nader.
Fue uno de los pocos sobrevivientes del tsunami morenista, y obtuvo la reelección con una ventaja holgada, que lo blindó de la potencia de la marca 4T que en otras partes del territorio bastó para derrumbar varios proyectos políticos.
En la zona conurbada para no ir tan lejos, salvo los distritos que corresponden al puerto jaibo, y cuyos candidatos fueron cobijados por el alcalde, los demás se pintaron de color guinda.
Sobra decir que con los resultados del domingo, Chucho empieza a quedarse solo en la carrera para la candidatura del PAN en el 2022.
Más, si se considera que los capitales más importantes del sur de Tamaulipas ya lo convirtieron en su gran apuesta.
Otro candidato panista que libró la quema, y por esa sola razón puede cobrar protagonismo, es Oscar Almaraz.
Obtuvo el triunfo en el V Distrito de manera apretada en el contexto más adverso, y llegará a la Cámara de Diputados como uno de los únicos tres diputados federales tamaulipecos del PAN.
Pero más que eso, al ex alcalde de Victoria es su pasado reciente lo que lo pone en una posición de ventaja.
Aunque su salida del PRI no haya sido la más tersa, a nadie le queda duda que mantiene vasos comunicantes con líderes y estructuras territoriales de ese partido.
Y eso resultaría importante ante una coyuntura en la que -ahora sí- se aterrice con seriedad una alianza PRI-PAN para la elección local del 2022.
Por Morena claro, son muchos los ganadores que podrían reclamar su cuota de protagonismo para el futuro.
En Madero, tanto Adrián Oseguera como Erasmo González Robledo demostraron que mantienen sin grietas el control político de un municipio importante para la estructura morenista.
Y que se han convertido en los líderes visibles de un grupo que desde el sur puede incidir en las decisiones que tome el partido de ahora en adelante.
Sin participar de manera directa en la campaña local, el senador Américo Villarreal también consolidó su trascendencia política para Morena.
Como delegado en Sinaloa, entregó las mejores cuentas posibles: ganaron la Gubernatura, la mayoría en el Congreso y 15 de los 18 municipios de la entidad.
Ahora más que nunca, resuenan las palabras de Mario Delgado en aquél mitin hace algunos meses, cuando aseguró que el senador cumplía tareas de entrenamiento para ser el candidato en Tamaulipas el próximo año.
(Mario, que fue criticado sin piedad -muchas veces con razón- terminó por entregar resultados positivos en la lucha por las gubernaturas, al ganar 11 de 15).
A Américo lo respalda desde luego el morenismo de la capital que ahora encabezará Eduardo Gattás, pero también liderazgos importantes de la zona conurbada.
En el listado de las figuras que se fortalecieron el domingo también debe aparecer sin regateos de ningún tipo, la alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, quien hasta nuevo aviso mantiene su militancia en el PAN, pero tiene un pie en Morena.
Los triunfos obtenidos en sus dominios confirman su músculo político, y el férreo control que mantiene sobre un territorio importantísimo en términos electorales.
Además, ante la obligación de cumplir con la cuota de género el año que entra -de las seis gubernaturas en juego, en al menos tres deberán lanzar candidatas mujeres- su figura se vuelve atractiva para más de un partido o alianza.
Más allá de esa eventual coyuntura, cualquiera que pretenda competir en serio en el 2022, deberá poner un marcador rojo sobre Reynosa.

POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

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